Avilés. El Bollu cierra la Semana Santa

Una vez más la Fiesta del Bollu acapara el tiempo de ocio de avilesinos y visitantes. Tras disfrutar de una devota Semana Santa llega el tiempo de las carrozas engalanadas, los oficios tradicionales y la popular Comida en la Calle.

Avilés viste sus mejores galas en el mes de abril. La ciudad medieval de Asturias celebra en estas fechas un importante calendario de procesiones, que en esta ocasión organiza la Cofradía de la Soledad, y que vienen realizándose de forma ininterrumpida desde el año 1948. La Fiesta, de Interés Turístico Regional desde el año 2003, suscita no sólo un gran interés religioso sino que se convierte en un activo del turismo para la ciudad metropolitana del Cantábrico. Las procesiones organizadas por las nueve Cofradías y Hermandades recorren el centro de la ciudad, llegando a movilizar a más de mil cofrades que desfilan en el mejor de los escenarios: no hay que olvidar que el casco histórico fue declarado Conjunto Histórico Artístico Monumental en el año 1955.
Pero si la Semana Santa goza de gran prestigio, aún más reconocida es la Fiesta del Bollo, de Interés Turístico Nacional, que se celebra durante los días 20 y 21 de abril. En Avilés, el domingo de Pascua se inicia con el tradicional reparto del bollo y el vino y la jornada asegura diversión con todas las actividades previstas. En la Plaza de Álvarez Acebal tendrá lugar el pregón a cargo de Beatriz Lodge y la imposición de bandas a las Xanas de la fiesta. Así dan comienzo de forma oficial unas fiestas que traen consigo la celebración de la V Feria de Alfarería Tradicional «Villa de Avilés» y la VI Muestra d’Oficios Tradicionales Asturianos. El Desfile de carrozas, xarrés y carros engalanados por las calles de la ciudad es otro de los momentos más esperados y el día se completa con el Festival de Canción Asturiana y el XXIII Encuentro Coral de Habaneras.
El lunes 21, la villa avilesina amanece en plena ebullición con los preparativos de una fiesta que se supera año tras año: la Comida en la Calle. El evento llega a reunir a cerca de 12.000 personas que comparten mesas dispuestas de manera continua en las calles y plazas del casco histórico, disfrutando de la comida elaborada en casa o la que suministran los restaurantes de la ciudad. El colectivo los Xagós de Miranda pone su granito de arena cocinando en directo una descomunal fabada que degustan muchos de los asistentes. La fiesta gastronómica no distingue entre edades, y no hay peña, asociación o familia que se resista a salir a la calle para disfrutar de este evento multitudinario que en muchos casos se prolonga hasta bien avanzada la tarde.
Y aunque sin duda la cita gastronómica se lleva gran parte del protagonismo, el lunes 21 ofrece también otras posibilidades como visitar la Feria de Artesanía, disfrutar del segundo Desfile de carrozas, el Encuentro de Habaneras o un concierto folk que tiene lugar en la Plaza de España, a partir de las 19:00 horas.