El sol es una fuente de energía gratuita. Disponer de luz allí donde no llega la red eléctrica como cabañas, refugios, casetas, cuadras o naves industriales es posible y además económico gracias a los kit fotovoltaicos para viviendas aisladas. Estas instalaciones están exentas de pagar el impuesto al sol.
Al principio en los refugios había pequeñas instalaciones para cubrir principalmente los consumos de luz y algún pequeño electrodoméstico. Se utilizaban normalmente los grupos electrógenos. Pero llevar hasta allí el combustible era un proceso costoso y complicado.
En la actualidad, por poco dinero es posible captar la energía del sol y transformarla en eléctrica para disfrutar de plena autonomía energética allí donde estés. Los precios de las placas solares se han abaratado casi un 80% en solo unos años, convirtiendo a esta fuente de energía en una fuerte competidora de las compañías eléctricas. 
No más facturas por consumir energía. Solo es necesaria una inversión inicial que se amortiza en los primeros años, dependiendo de las horas de sol que haya en el lugar donde está edificada la vivienda, el resto es disfrutar de energía gratis.
Los kits solares para viviendas aisladas están especialmente diseñados para optimizar al máximo la producción y la vida de todos los componentes. Constan de placas solares, baterías para almacenar la energía que se produce y suministrarla cuando haga falta; un regulador para controlar la energía que se genera, así como el estado de la batería y por último, un inversor de corriente que será el encargado de transformar la corriente continua que llega de las baterías en alterna, apta para el consumo doméstico.
Para saber cuántas placas se necesitan, qué kit es el más adecuado, nada mejor que buscar el asesoramiento de profesionales que sin compromiso le aconsejarán sobre todas las opciones.
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