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viernes 29, marzo 2024

Mari Cruz Fernández, ganadera y presidenta de Campoastur. Heroínas en el medio rural

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Preside la segunda cooperativa más importante de Asturias al tiempo que continúa con su profesión de ganadera en el concejo de Valdés. A pesar de tener trabajo por partida doble Mari Cruz se siente privilegiada, pues como ella misma asegura ‘en el medio rural hay auténticas supermujeres, resulta increíble cómo salen adelante’.

Mari Cruz tiene una explotación ganadera de 195 reses con una cuota láctea de un millón de euros en la localidad de San Martín, en su concejo natal, Valdés. La cifra, más que considerable, lleva aparejada un trabajo constante que saca adelante en compañía de su hermano y otros familiares. La ocupación ganadera le llegó por tradición familiar, su madre ya tenía vacas «aunque antes las cosas eran muy diferentes, ahora se requieren fuertes inversiones y hay mucha burocracia, eso hace que mucha gente lo deje».

-¿Cómo fueron los inicios de esta explotación?
-Mi madre tenía algunas vacas, y a mi hermano le gustaba este trabajo y quiso apostar por él. Yo entonces trabajaba fuera, pero hubo un momento en el que había que dar el paso de hacer una inversión grande y como meter a un trabajador era imposible yo también me impliqué. Nos lanzamos con mucha ilusión y con el apoyo de nuestros padres lo sacamos adelante, tuvimos mucha suerte.

-¿Cuánto dura una jornada en la ganadería?
-Pues comienza a las siete o siete y media dependiendo si es verano o invierno y termina a las nueve y media de la noche. Hacemos un descanso al mediodía, siempre y cuando te lo puedas permitir, porque muchas veces tienes campañas de trabajo de recogida o tienes que atender un parto a la hora que sea.

«Si queremos tener un medio rural, y en este caso un paraíso natural como es Asturias, hay que apostar por quienes estamos sosteniéndolo»

-¿Cuáles son las mayores dificultades que encuentran las mujeres con profesiones como ésta?
-Partimos de que trabajamos 365 días al año, que somos empresarias, amas de casa, cuidadoras de niños, de ancianos, y que vivimos en un mundo rural en el que no tenemos lo mismo que tienen otras mujeres en una ciudad. Así que es duro, y es una profesión que tiene que gustarte porque dedicándole tantas horas es tu hobby y tu oficio. Pero la mayor dificultad radica también en nuestra cultura porque, aunque hemos avanzado un poco, seguimos pensando que todo tenemos que hacerlo nosotras.

-¿Hay supermujeres en el campo asturiano?
-Sí, conozco algunas cuya forma de vida daría para escribir un libro, pero son las grandes desconocidas. Te cuento el caso de una mujer que con poco más de 31 años se quedó viuda con dos hijos y con unos padres muy mayores, en estado de dependencia. Antes de fallecer su marido habían hecho una gran inversión, así que decidió continuar con la explotación. Se levantaba todos los días a las siete de la mañana para cuidar el ganado, llevar a los niños al colegio, atender la casa, etc. y salió adelante. Y como ella, muchas otras.

-En el año 2011 salió adelante la ley de cotitularidad compartida en las explotaciones agrarias. ¿Fue una ley para la igualdad?
-Fue un paso importante, aunque es verdad que en Asturias la sociedad es matriarcal y la mujer ya tenía un peso en el mundo agrario porque mientras su marido trabajaba en el puerto o en la construcción ella ya tenía su huerta y sus vacas. Esto no ocurre en otras zonas de España, en Castilla o en Andalucía, donde la mujer no es empresaria, no tiene seguridad social ni es dueña de las fincas.

-El sector ganadero no atraviesa por un buen momento, pero también es verdad que está habituado a las crisis.
-Siempre pasamos por situaciones malas y esto no es como tener una nave en un polígono que si la cierras la puedes alquilar, aquí si cerramos nos quedamos sin nada. Tenemos unas inversiones muy fuertes y aguantamos lo que sea porque es lo único que sabemos hacer. Uno de los problemas es que a pesar de que es un producto de buena calidad bajó el consumo de leche, y ahora está de moda tomar sucedáneos de leche. Así que esperemos que esto sea pasajero. Además, si queremos tener un medio rural, y en este caso un paraíso natural como es Asturias, hay que apostar por quienes estamos sosteniéndolo.

«Desde la cooperativa queremos poner en marcha un proyecto de apoyo a los socios de mayor edad que quieren seguir viviendo en sus casas pero que necesitan ayuda»

-Vuestro mayor hándicap.
-La comercialización, lo demás es llevadero. Pueden suceder muchas cosas, como que tengas que tratar enfermedades de los animales pero el principal problema es la incertidumbre en el precio de la leche. Es difícil hacer presupuestos sin saber qué va a pasar.

-Preside una gran cooperativa con más de 6500 socios, ¿qué supone realizar esta labor?
-Básicamente, una responsabilidad total. El trabajo es muy positivo, muy enriquecedor, se aprende mucho y conoces a mucha gente; y al final es otra empresa que sientes como tuya y que también te quita horas de sueño.

-¿Cuál es el principal cometido que ha de realizar la presidencia?
-Soy la representante de los socios y tengo que buscar lo mejor para ellos, ver lo que la cooperativa pueda aportarles y velar por eso. Y eso es lo que hace distinta a nuestra cooperativa, la cantidad de servicios que ofrecemos, que son muchos.

-Recientemente les visitó el presidente del Principado ¿qué sensaciones dejó este encuentro?
-Le enseñamos el último proyecto que estamos haciendo, una sección para la producción de pienso ecológico, del que tenemos mucha demanda, y le contamos otros proyectos que queremos poner en marcha. Se quedó asombrado de lo diversificada que está la cooperativa. No se lo imaginaba. Todavía somos muy desconocidos porque vendemos poco lo nuestro, no damos a conocer todo lo que hacemos, los puestos de trabajo que creamos y la riqueza que generamos.
-Además de la ayuda que ofrece a los socios en forma de asesoramiento, servicios y productos para la empresa, la cooperativa desarrolla una faceta social muy importante. ¿En qué se traduce?
-Pues por ejemplo, en el programa ‘Más que un respiro’, un servicio de sustitución que hemos creado para las mujeres de forma que puedan disponer de algún momento libre. En el concejo de Tineo está funcionando muy bien, pero en otras zonas del Occidente su implantación es más lenta.
Ahora tenemos en mente poner en marcha un proyecto nuevo con el que apoyar a los socios de más edad que quieren seguir viviendo en sus casas pero que necesitan ayuda. Ellos confían en la cooperativa y tenemos mucha demanda, así que el reto que tenemos es poder atenderles. Hemos pedido una cita para hablar con la consejera de Servicios Sociales, Pilar Varela, para estudiar cómo podemos poner en marcha este servicio tan necesario.

Campoastur. Referente del campo asturiano

En el año 2013, seis cooperativas asturianas de distintas localidades se fusionaron para crear Campoastur, con sede en la localidad valdesana de Otur. «Estuvimos seis años estudiando dar el paso, y luego aproximadamente un año en conseguir la fusión real de todas las cooperativas pero el cambio fue muy positivo», explica su presidenta, Mari Cruz Fernández. Aacomasi, Cooperativa Agropecuaria de Cangas del Narcea, Cosea, Coastur, La Oturense y Unión Ganadera de Tineo juntaron sus fuerzas para convertirse en una cooperativa de referencia por sus productos y servicios en el entorno rural.
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