Oviedo (enlace a nuestra edición anterior)
Encanto de piedra
Desde las alturas, la torre de la catedral observa el deambular curioso de ovetenses y visitantes. Un incesante movimiento diario de los que quieren conocer la ciudad medieval más antigua de la España Cristiana.
Es imprescindible. Conocer Oviedo significa acercarse hasta la plaza de Alfonso II y allí sorprenderse con la que es una de sus principales joyas: la catedral. Su presencia es tan imponente que los ovetenses sin pretenderlo le han cambiado el nombre a la plaza donde se halla. Así que si el visitante pretende llegar sin pérdidas de tiempo habrá de preguntar directamente por la Plaza de la Catedral y no mentar tan siquiera a Alfonso II. (…)
Foto: Juanjo Arrojo