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jueves 28, marzo 2024

Mujer y deporte. Buena combinación, poca visibilidad

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Aumenta el número de mujeres federadas y deportistas de élite. Y aunque esta presencia sigue siendo muy inferior a la de hombres -tan solo un 21,5%-, son ellas las que lideran el medallero. En los Juegos de Río trajeron nueve de las diecisiete medallas. Lo mismo ocurrió en los Paralímpicos. Los podios femeninos se incrementan cada año a pesar de tener más dificultades y obstáculos para conseguirlos.



Se siguen batiendo récords pero el que aún es imbatible es el de la desigualdad. El deporte femenino cuenta con menos recursos económicos y humanos, existe una ínfima proporción de entrenadoras, de técnicas, de directivas y la presencia de mujeres deportistas en los medios no está en consonancia con la realidad. No reflejan con justicia los éxitos nacionales e internacionales que se están consiguiendo en las distintas modalidades deportivas. La desigualdad se nota también en la vestimenta, en la profesionalización y en los sueldos que en el caso de las mujeres, son mucho más bajos. Poder dedicarse al deporte de manera profesional no es tarea fácil, nunca lo ha sido.

Luchar, sufrir, conquistar

En el siglo XIX, mujeres con corsés y faldas largas que carecían del derecho al voto y a poseer bienes propios, decidieron comenzar su emancipación con un artilugio al que llamaron ‘la máquina de la libertad’. La bicicleta, les permitió salir del ámbito doméstico, tener más movilidad y poder desplazarse sin depender de un hombre. Les ayudó a cambiar de atuendo, quitarse los corsés y las enaguas y desafiar la moral de la época. Aquellas nuevas amazonas se abrían paso como ahora lo está haciendo la ciclista Alicia González Blanco, nuevo fichaje del equipo Movistar Team. Con solo veintidós años, esta asturiana que tiene en su haber varias medallas de oro en campeonatos regionales y nacionales de Ciclocross y ruta, entra a formar parte de un equipo profesional masculino y femenino que competirá en más de una veintena de países. «El ciclismo me ha aportado muchas cosas en estos años, tanto en lo deportivo como en lo personal. Sobre todo valores clave para la vida como disciplina, deportividad, esfuerzo y el luchar por objetivos. Empecé cuando tenía cinco años casi como un juego y ahora se ha convertido en mi forma de vida -comenta Alicia González-. En el deporte, el problema de la discriminación de género muchas veces empieza en casa. Hay padres/madres que no apoyan de igual modo a sus hijos según sean niños o niñas y eso es un grave error. En mi casa somos dos chicas, se nos ha tratado de la misma manera y siempre nos han apoyado en cualquier deporte que quisiéramos hacer», apunta.
María Suárez, ‘Mery’, es la capitana del Real Oviedo de Fútbol Femenino. Desde niña también tuvo muy claro que esta era su pasión y tuvo la suerte de poder vivirlo en igualdad sin tener que escuchar eso de ‘te vas a convertir en un marimacho’, o ‘practicas un deporte que no es para chicas’. «De pequeña jugaba en el pueblo con niños, pero también con niñas. Luego en el instituto, entre las amigas, creamos un equipo femenino de fútbol, de ahí pasé al Oviedo Moderno que ahora es el Real Oviedo Femenino. Mi familia siempre se sacrificó a mi lado, viajando conmigo, acompañándome a los entrenos, apoyándome en los partidos, incluso cuando tuve una lesión de larga duración, llevándome todos los días a la rehabilitación. Tan solo me pidieron que no descuidara los estudios y afortunadamente, no les fallé. Siempre estaré en deuda con ellos».

«Ser madre, trabajar y entrenar no es fácil. La conciliación la puedo realizar gracias a mi familia y mi pareja que tambien se dedica al deporte» (Natalia Valle, triatleta)

El deporte no es el medio de vida para la mayoría de las deportistas que han de compaginar esta actividad con los estudios o el trabajo para poder sobrevivir. Es el caso de la triatleta Natalia Valle, campeona de Asturias, subcampeona de Cantabria, y miembro de la Selección Asturiana de Triatlón en los pasados Campeonatos de España. Ella pone el más difícil todavía. «Ser madre de familia, trabajar y entrenar no es fácil. Me levanto a las 7:45 horas para desayunar, preparo la mochila del entrenamiento, llevo a mi hijo al cole y voy directa a la piscina para entrenar en natación hasta las diez, hora en la que entro a trabajar. Cuando termino el turno de mañana, entreno bici o carrera antes de ir a buscar al peque. Llegamos a comer y juego un poco con él antes de volver a mi trabajo a las 16:30 horas hasta las 20:30. Los fines de semana suelo entrenar carrera los sábados, y los domingos pasarlos en familia aunque sea participando en alguna competición. La conciliación, por decirlo de alguna forma, la puedo realizar gracias a mi familia que se encarga de mi hijo cuando no estoy y a mi pareja que es la que se encarga de las tareas del hogar, para que yo pueda pasar más tiempo con nuestro peque. Él también se dedica a este deporte y tenemos la suerte de poder entrenar y competir muchas veces juntos».
Alicia González reconoce que el fichaje de Movistar le ha venido en un momento perfecto, «ahora soy ciclista profesional y puedo decir que mi trabajo es el ciclismo, pero para llegar aquí tuve que trabajar muy duro. Acabo de terminar la carrera de Biotecnología hace unos meses. Han sido cuatro años muy duros, donde he tenido que compaginar estudios con prácticas de laboratorio, entrenamientos, además del estrés añadido en época de exámenes. Pero con esfuerzo todo se consigue».

Visibilidad en los medios

Todo este trabajo, esfuerzo, voluntad y pasión, se plasma en éxitos. Aunque ellas en proporción, están consiguiendo más podios, son ellos los que tienen mayor presencia mediática, más impacto social y por tanto más marcas comerciales a su alrededor. Si no hay patrocinador, no hay dinero. Si no hay público, no hay patrocinador.
Todos sabemos que el fútbol es el deporte rey en este país, al que se le dedican más minutos en la sección de deportes, pero solo se habla de fútbol masculino no hay espacio para la liga femenina, es que ni se la nombra. ¿Cuántas retransmisiones deportivas femeninas nos encontramos? Y si hay alguna, ¿a qué hora se emite? Normalmente en horarios poco asequibles o en diferido. Al Real Oviedo Femenino «nos patrocinan todo tipo de empresas, la mayoría asturianas. Todas suman, desde las más pequeñas hasta las grandes como Alimerka. Pero la verdad es que cuesta mucho conseguir que las empresas importantes apuesten por nosotras. Creo que es algo que podría empezar a cambiar con el impulso de las televisiones», comenta ‘Mery’, la capitana del equipo.

«No entiendo el motivo por el que el triunfo de una deportista o una selección femenina nunca llegue a abrir un informativo o un periódico» (Bárbara Alonso, TPA)

La presencia de la mujer en la prensa deportiva también es notablemente inferior a la del hombre. En concreto y según una investigación de la Universidad Carlos III de Madrid, la mujer tan solo aparece en un 5% de los casos, mientras que el hombre lo hace en más de un 92% Además, cuando lo hace en muchas ocasiones la gesta deportiva queda en un segundo plano y pasa a ser noticia su atuendo, si va maquillada, con quién va acompañada, su edad, estado civil… un léxico muy distinto al utilizado para los hombres. «No entiendo el motivo por el que el triunfo de un deportista o una selección masculina ocupe las primeras páginas y las historias que protagonizan las mujeres nunca lleguen a abrir un informativo o un periódico. Es antinatural pero como vivimos en una sociedad machista, estas cosas suceden. No creo que la solución pase por crear una norma que fije una cuota de presencia en los medios, sino en educar y demostrar que la igualdad existe tanto en los éxitos como en los fracasos y que los triunfos tienen el mismo valor si son de un hombre o una mujer», comenta Bárbara Alonso, directora de Informativos y Deportes en la TPA. «Las personas que ocupamos puestos de responsabilidad -continúa- somos quienes debemos de exigir esa igualdad, velar porque las informaciones no tengan un sesgo machista. Hacer un periodismo de verdad, contar la noticia, dar el protagonismo a las deportistas y a sus actos, no a su acompañante, pareja o marido que no deja de ser anecdótico».
Si miramos dentro de las redacciones tampoco vemos a muchas periodistas en la sección de deportes, a mujeres comentaristas o analistas. Como mucho están a pie de campo para entrevistar a los jugadores o hacen algún comentario con su voz en off. «Hace años se buscaba un modelo concreto de periodista deportiva en televisión, mujer guapa, atractiva, fotogénica. Lo bueno de todo esto es que muchas demostraron que no solo eran guapas sino que sabían lo que hacían, les gustaba y además, lo hacían bien. Eso abrió muchas puertas a otras mujeres. Hoy encontramos a muchas que ponen el listón muy alto y han cerrado muchas bocas», explica la periodista.

Cuestión de valores

Alicia, Mery o Natalia nos cuentan cómo el deporte ha enriquecido sus vidas, las ha relanzado y ayudado a desarrollarse como personas. Ellas, al igual que otras deportistas, con su ejemplo y su vida se están convirtiendo en referentes para muchos y están contribuyendo a crear una cultura deportiva más rica y democrática en nuestro país.
No luchan por ser iguales a los hombres, sí porque se les brinden las mismas oportunidades para acceder y desarrollarse profesionalmente en el deporte.
Hace falta que la mujer aparezca en los medios con igualdad de criterios. Que sus fracasos y sus méritos se vean reflejados en la televisión, la radio o el periódico, y que también participe en la cobertura deportiva. «La mujer aporta un punto de vista distinto en todos los ámbitos, reconoce Bárbara Alonso, y eso también ocurre en la información deportiva. Mira con ojos de mujer un mundo que, queramos o no, es bastante machista, más si hablamos del fútbol, el deporte rey. Y eso es algo muy enriquecedor». Algo que ya valoran algunos equipos deportivos que empiezan a incluir a mujeres en sus filas como el Movistar Team. Veinticinco hombres y diez mujeres, entre las que se encuentra la ciclista asturiana Alicia González, disputarán las competiciones internacionales más importantes compartiendo los mismos técnicos y la misma equipación. «En ciclismo hay pocos equipos masculinos que tengan un equipo femenino y además compartan medios como lo hace Movistar Team. Nos sentimos muy a gusto porque se nos trata exactamente igual a ambos equipos, y eso es de agradecer. Somos afortunadas», reconoce Alicia.
Estas deportistas asturianas miran al futuro con optimismo, derrumbar estereotipos no es algo que ocurra de la noche a la mañana. «Todo deporte debe de servir para empoderar a hombres y mujeres. Al final, el sacrificio, la constancia, la dedicación y el esfuerzo es lo que debe de tenerse en consideración, reflexiona Mery. Nosotras jugamos al fútbol por amor al arte, intentando ser igual de profesionales que los hombres que cobran sueldos desorbitados. Jugamos por el simple hecho de hacer lo que más nos gusta, esforzándonos al máximo para superarnos cada día». Todas tienen claro que hay que seguir batallando para conseguir la medalla de oro en igualdad, y también que no van a parar hasta conseguirlo.

Inés Fonseca, Ex presidenta de la Federación de Motociclismo del Principado de AsturiasInés Fonseca

Ex presidenta de la Federación de Motociclismo del Principado de Asturias

«La mayoría de federaciones y organismos deportivos tienen grupos de trabajo muy masculinizados porque era lo que se consideraba ‘normal’ y también porque son puestos no profesionalizados y/o remunerados y han de combinarse como hobby con la vida laboral. Para una mujer trabajadora esto se convierte en una carga más que pocas personas entienden o apoyan.
El hecho de haberme convertido en la primera mujer en presidir una federación regional en Asturias y una federación de motociclismo a nivel nacional, fue algo que me pilló por sorpresa. Estaba muy implicada en un Motoclub,organizando pruebas y cuando me quise dar cuenta… estaba presidiendo la Federación.
No solo me siento orgullosa de ello, sino que veo la importancia que supuso para todos aquellos que empezaron a verlo como algo posible.
En aquel momento había una situación complicada en la Federación. Con mucho trabajo conseguimos unificar al motociclismo asturiano y sanear su economía. En paralelo creé y dirigí una comisión femenina de motociclismo. Desde ahí trabajamos para aumentar la presencia de la mujer dentro de este deporte ya fuera como deportista, entrenadora, mecánica, cargo federativo o en carreras. Conseguimos más presencia en los medios, más seguimiento de los logros de nuestras pilotos y más visibilidad de sus carreras deportivas.
Lamentablemente, a las mujeres les cuesta mucho trabajo encontrar patrocinadores estables que les ayuden a salvar cada temporada. No es cuestión de buenos resultados, a las marcas les cuesta ver a la mujer como una piloto más».

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