Han empezado a caer las primeras nieves sobre las cumbres asturianas. Y aunque no se sabe cómo vendrá el resto del invierno, hace falta un buen equipo para disfrutar de la montaña.
A la práctica del senderismo, trekking o alpinismo, podemos sumar en esta época del año el esquí, esquí de travesía, escalada en hielo, alpinismo invernal, snowboard o travesía con raquetas de nieve. Actividades todas ellas que exigen una estudiada equipación que ayude a combatir el frío reinante, mantener el cuerpo seco evitando la condensación del sudor e impidiendo que la lluvia y la nieve lleguen a calar.
Es en este contexto donde surge la teoría de las tres capas, una inteligente combinación de prendas que ayuda a mantener la temperatura corporal estable para practicar cómodamente cualquier tipo de deporte. Aconsejan llevar una primera capa lo más ajustada al cuerpo, pero sin apretar. Su función es evaporar el sudor que se vaya generando, evitando la sensación de humedad y que el cuerpo se enfríe. Estas prendas pueden ser de fibras sintéticas o lana de nueva generación, nunca de algodón ya que se empapa con facilidad y tarda tiempo en secar. Esta primera capa estaría formada por camiseta interior, mallas y guantes térmicos.
La labor de la segunda capa es aislar, retener el calor que genera el cuerpo e impedir el enfriamiento. En el mercado existen tanto fibras naturales como la lana que retiene más el calor, como sintéticas que son más transpirables. Polartec es una de las fibras más utilizadas por las grandes marcas de montaña y está disponible en distintos grosores. Esta segunda capa incluye forro polar, pantalón de trekking, gorro, guante o manopla y calcetines.
La tercera capa es la más exigente. Después de todas las anteriores, ésta debe seguir garantizando la transpiración que han permitido las anteriores, pero además ha de parar el viento y aislar de la lluvia y la nieve, es decir garantizar una completa impermeabilidad. Las membranas utilizadas para confeccionar este tipo de prendas contra el agua son varias. Las más conocidas son: Textrem, Gore-tex, Strata o Hyvent. En cuanto a los cortavientos, los hay que sólo aíslan del viento y los softshell, que son una mezcla de polar y cortaviento, de modo que además abrigan. Ninguno de los dos es impermeable, por tanto si se elige alguna de estas prendas, ha de combinarse con un fino impermeable.
Sabiendo la función de cada una de estas tres capas, lo siguiente es ir combinándolas según las circunstancias meteorológicas y nuestras características físicas. Aquí, como en todo, será el sentido común y la experiencia lo que nos ayude a realizar la elección correcta.
Sabiendo la función de cada una de las tres capas, lo siguiente es ir combinándolas según las circunstancias meteorológicas.
Unas botas cómodas, adaptadas a la actividad que se vaya a realizar, unos calcetines que mantengan el pie seco y caliente además de una mochila ligera, regulable que se adapte a la espalda y permita repartir el peso, completan esta equipación básica.
Hoy en el mercado se pueden encontrar marcas -para aficionados y amateur-, que parten de una muy buena relación calidad-precio, a productos más especializados para deporte profesional. En cualquier caso, es importante contar con el consejo de profesionales que nos ayuden a encontrar el mejor producto según nuestra necesidad, adaptado al presupuesto. El objetivo es desarrollar la actividad que hayamos elegido con la mayor seguridad y confort posibles.
No se trata de ir cargados a la montaña, sino de estudiar muy bien el material y las prendas para, con el menor peso posible, ir preparados para cualquier eventualidad. A partir de ahí, ya estaremos preparados para iniciar una aventura que se puede hacer también acompañado de profesionales. Existen guías de montaña que combinan a la perfección la enseñanza con el entrenamiento deportivo, garantizando la seguridad en la actividad montañera que vayamos a realizar. Además de organizar la ruta nos pueden asesorar sobre el equipo y el material necesario que necesitamos para evitar sorpresas desagradables.
Las montañas asturianas son un magnífico escenario para la practica de todo tipo de actividades deportivas, también en invierno.