La Ley de Memoria Histórica contempla que los descendientes de exiliados de la Guerra Civil y la dictadura franquista puedan solicitar la nacionalidad española. El plazo para los trámites empezó este enero, y se calcula que afectará a más de 37.000 descendientes de asturianos en el exilio. Ludivina García, Presidenta de la Asociación de Descendientes del Exilio Español, está siguiendo el proceso muy de cerca.
-¿A quién afecta esta Ley?
-La disposición adicional de la Ley de Memoria marca dos supuestos. El primero el de los hijos/as de español de origen, y aquí lo importante es que, a diferencia de la última modificación del Código Civil, la nacionalidad española se transmite de padres a hijos, sin exigirse que el hijo haya nacido en España. Este apartado comprende incluso a los nietos, siempre y cuando demuestren que uno de sus padres nunca perdió la nacionalidad.En el segundo supuesto se incluye la posibilidad de que los nietos de aquellas personas que perdieron la nacionalidad por razón de exilio la recuperen. Aquí entran emigrantes económicos y refugiados, el Ministerio ha hecho una interpretación generosa de la Ley, que incluye no sólo a los refugiados de la guerra española y la dictadura, sino a todos aquellos cuyos abuelos salieron de España entre 1936 y 1955. -¿En qué países reside la mayor parte de los asturianos?
-El mayor número de refugiados y emigrantes está en Francia. También están aquellos niños que llegaron a la Unión Soviética, y que desde el 57 se fueron repatriando y volviendo paulatinamente. Pero quedan aquellas personas que se casaron allí, y hay hijos y nietos en Rusia. Además, hay asturianos en México y unos pocos en Chile. De la emigración económica que comprende esta Ley sin duda la más numerosa será procedente de Argentina, porque allí estaba el 5% de la emigración. Entre Argentina, Uruguay y Brasil calculamos que habrá descendientes de veinte mil emigrantes asturianos.
-¿Se están recibiendo muchas peticiones?
-Son llamativos los casos de Argentina y Cuba. El mayor número de peticiones está viniendo de Argentina, aunque no fue un lugar de exilio porque Perón era muy reticente a recibir refugiados. Sin embargo es sin duda el país hispanoamericano donde más descendientes de emigrantes hay. La noticia es que esta vez no hay la demanda nerviosa que hubo en 2002. La situación económica argentina ha mejorado, y está siendo un proceso numeroso pero tranquilo.
La otra noticia llamativa es Cuba, sin duda debido a las condiciones políticas, pero que haya tanta gente en las colas no quiere decir que sean personas que vayan a poder obtener la nacionalidad, muchos quieren simplemente informarse.
«Asturias es una de las regiones con las tasas más altas de salida como consecuencia de la guerra»
–¿Cuál es vuestro papel como Asociación?
-Muchos nietos han estado preocupándose del tema desde que se aprobó este apartado de la Ley, sin conocer exactamente qué se les iba a pedir para demostrar el exilio de sus abuelos, así que nos consultan dónde pueden encontrar esa documentación. Hemos tratado ya quinientas consultas, la mayor parte procedente de México.
-Se calculan más de treinta y siete mil descendientes de asturianos que podrían solicitar la nacionalidad. ¿En qué modo mejorará su situación?
-Primero hay que decir que Asturias es una de las regiones con las tasas más altas de salida como consecuencia de la guerra. Ese mundo que salió al exilio era una muestra de la sociedad de todas las clases sociales: obreros, mineros, campesinos, intelectuales, profesores, etc. Pero hay una nota común entre estos hombres y mujeres de la República, que era el afán de formación, y este afán se acrecentó en el exilio, transmitiendo a sus hijos la necesidad de los estudios. Entonces la mayoría de estos descendientes son profesionales. Algunos querrán venir a establecerse a España, pero no por huir de una situación económica sino por el interés de vivir en la patria de sus abuelos. Hay algunos que están trabajando con empresas como el Banco Santander o Telefónica, establecidas en Hispanoamérica, que han venido a España a través de estas empresas. Estamos hablando de un perfil sociológico de gente joven y preparada. Aparte de la satisfacción que puedan tener los españoles porque es un tema de justicia y se cierra una de las cicatrices de la guerra, España estará más presente en todo el mundo.
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