Ponemos el bote de crema de avellanas en un recipiente con agua caliente para conseguir que la crema se ablande un poco, así será mucho más fácil extenderla.
Preparamos la fuente o el plato en el que vamos a poner la tarta. Ponemos un poco de crema de avellanas en el plato (para evitar que se muevan las obleas) y ponemos una oblea encima, a continuación, la untamos con la crema con cuidado de no romper la oblea. Seguidamente ponemos encima otra oblea y volvemos a untarla con crema de avellanas, repitiendo este paso tantas veces como capas queramos que tenga la tarta. Yo utilicé 15, pero esto es al gusto según queramos la tarta de alta.
Una vez tengamos la altura deseada cubrimos con crema por todos lados y la dejamos en la nevera una hora por lo menos.
Preparamos los adornos: En una bolsa de plástico ponemos el chocolate blanco, cerramos bien y lo ponemos al baño María con agua caliente y dejamos que se derrita. Después cortamos un pico de la bolsa y sobre un papel de horno vamos haciendo copos de nieve, que luego dejamos en la nevera para que se endurezcan. Hacemos de la misma forma los copos con el chocolate con leche y reservamos.Montamos la nata y la ponemos mediante una manga con boquilla lisa. El resto de adornos ya corre por cuenta de cada uno, en este caso, el muñeco de nieve de Frozen lo hizo mi hija con fondant blanco. Sacamos la tarta de la nevera y ponemos en círculo los adornos con la nata: los copos de nieve, las fresas cortadas y el muñeco.
Es importante guardarla en la nevera hasta el momento se servir, ya que con el calor se ablanda la crema.
