Ponemos las fabes a remojo mínimo 12 horas, por eso es bueno ponerlas la noche anterior.
Al día siguiente las ponemos a cocer, para ello retiramos el agua de remojo, nos aseguramos que estén bien limpias y las pasamos a una cazuela con agua cubriéndolas a fuego alto hasta que comienza a hervir. En ese momento echamos un poco de agua fría para asustarlas y seguimos cociendo hasta que vuelva a hervir.
Mientras hacemos esto seguramente nos toque desespumar, es decir quitar la espuma que sale a la superficie con una espumadera o colador. Eso hace, junto con el asustar la faba, que luego quede un caldo fino.
Cuando rompa a hervir por segunda vez, las volvemos a asustar y echamos el compangu, es decir, las carnes y bajamos a fuego medio para que se vaya cocinando. Nunca metemos dentro una cuchara para remover, meneamos la cazuela suave, que sino se rompe la faba y engorda mucho el caldo.
Mientras se van cociendo las fabes vamos a ir quitando las hojas de las berzas del tallo y las troceamos. Para ello montamos hoja sobre hoja, hacemos un rollo, como si se liara uno un cigarro, las cortamos en juliana, -trozos de unos 2cm de grosor- y las ponemos en un escurridor bajo el grifo para lavarlas muy bien.
En cuanto a las patatas, las pelamos y las cortamos chascándolas en trozos del tamaño de un bocado rasgándolas al final del corte para quitarles todo el almidón.
En una cazuela alta con agua echamos las berzas con un poco de sal y las llevamos a ebullición, -toda la vida en mi casa a esto se le llamó "vapochar"-, cuando estén un poco tiernas las echamos escurridas sobre las fabas y añadimos la patata chascada.
Removemos las fabes como habíamos dicho anteriormente, cogiendo la cazuela por las asas y moviéndola en forma de círculos.
Hacemos un sofrito en una sartén. Para ello echamos un par de cucharadas de aceite y ajo picado muy pequeño, casi de milímetro. Lo doramos un poco y cuando esté empezando a coger color lo sacamos del fuego y echamos un cucharada de pimentón, removemos y echamos al pote.
Seguimos cociendo durante 2 horas a fuego medio y vigilando que no se queden sin agua. Justo al final de la cocción le añadimos un poco de sal.