Lava las patatas, procura que sean del mismo tamaño o similar para que el proceso de cocción sea parecido. Cuece en abundante agua con sal. Retira cuando estén blandas, quita la piel con el pelador.
Mientras tanto, con el objeto de templar el pulpo, introduce la bolsa en un bol con agua muy caliente, dos o tres minutos. El pulpo ya viene cocido.
Lamina finamente en trozos. Tú puedes hacerlo del tamaño que te guste. (Yo prefiero poner dos lonchas que una muy gruesa).
Aplasta las patatas con un tenedor, añade el pimentón y el aceite, sal y pimenta. Si te apetece puedes añadir un poco de pimentón picante. Yo no lo he hecho, prefiero que se noten todos los sabores.
Así debe de quedarte el puré de patata (Foto1).
Toma trozos de puré del mismo tamaño más o menos; aplástalos e incorpora en cada trozo una o dos láminas de pulpo y posteriormente forma con todo ello una bola (Foto2).
Reboza en harina, huevo y pan rallado.
Fríe en abundante aceite, teniendo cuidado de que no se rompan.
Es un saborazo total a Pulpo a Feira, te lo aseguro, así me dijeron mis probadores a quienes encantó.