Reducir la nata un 20% a fuego directo.
Salpimentar.
Añadir el queso Cabrales previamente rallado y dejar en infusión removiendo lentamente hasta su total disolución.
Enmoldar el líquido en una bombonera (moldes pequeños del tamaño de una croqueta).
Congelar los moldes rellenos.
Empanar las croquetas. Vuelta a congelar.
Hacer el segundo empanado, solo huevo y pan rallado y lo más próximo al pase que permitan las circunstancias.
Freír (a la gran fritura), en abundante aceite de orujo de oliva, con alta temperatura hasta que tome un bonito color dorado. Ojo!!!, no más de 30 segundos.
Sacar sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
Guarnecer con el puré de manzana, bien en biberón y ligeros hilos por la parte superior, bien en la base de la croqueta.