Consejo: Hay gente que pela los tomates, a cuchillo o escaldándolos, pero lo considero una pérdida de tiempo ya que hemos de triturarlos para eliminar las pepitas.
Picamos los dientes de ajo, la cebolla, el pimiento y el tomate, no hace falta mucho esmero en el corte ya que al final todo irá triturado.
En una sartén o pota baja calentamos un chorro generoso de aceite. Cuando esté templado, añadimos el ajo y cuando empiece a coger color (no queremos que se haga mucho para que no amargue) añadimos la cebolla y pimiento. Rehogamos y pochamos.
Incorporamos los tomates añadiendo el azúcar y un poco de sal. Cuando esté pochado añadimos el pimentón y removemos.
Trituramos con una batidora de brazo u otro robot, aunque lo mejor es utilizar un pasapuré según cuenta mi madre, de esta forma conservará más nutrientes y evitamos el paso de colar con el chino.
Rectificamos de sal y listo para usar o conservar.