Cualquier noticia que haya vivido el concejo recientemente, se ha visto eclipsada por la obtención del Premio Pueblo Ejemplar 2011 a la Comunidad Vecinal de San Tirso de Abres. La armonía y colaboración entre los habitantes ha sido clave para lograr el preciado galardón.
El jurado de los Premios Príncipe de Asturias se ha fijado en el occidente de la región para otorgar el Premio Pueblo Ejemplar 2011, que en esta ocasión ha recaido en un colectivo: la Comunidad Vecinal de la localidad. El jurado ha valorado su “compromiso histórico con la tradición y la cultura desde una situación de lejanía y marginalidad a la que ha sabido sobreponerse gracias al espíritu de superación y el esfuerzo de su comunidad vecinal, siempre activa, solidaria y abierta a la modernidad”.
La legendaria colaboración entre vecinos logró mantener la educación en todos los barrios del concejo, para lo cual construyeron hasta siete edificios con aulas y vivienda para el maestro. A ello se suma la construcción de la casa rectoral, ayuntamiento y primer centro médico. Frente a la adversidad, la unión entre todos dio paso a la movilización para conseguir mejoras educativas, culturales y nuevas infraestructuras.
Recientemente se han recuperado costumbres ancestrales para evitar que la tradición desaparezca con los mayores, gracias a la celebración de la Festa da Malla do Trigo el tercer domingo de agosto, el Magosto Popular el 1 de noviembre, o la Esfolla do Maíz, que tiene lugar en el puente de la Constitución.
El asociacionismo ha venido desarrollando, pues, una labor clave a lo largo de estos años. En el concejo de San Tirso de Abres la mayoría de los habitantes forman parte de alguna de las agrupaciones existentes. La primera en formarse fue la Asociación Cultural “San Tirso del Eo”, de la que dependen el grupo de teatro, el coro, el grupo de radioaficionados, y el grupo de portadores de tradición oral. A ellos se suman las asociaciones “San Salvador” dedicada a la tercera edad, “Renacer” de mujeres rurales, “San Tirso de Abres” centrada en el turismo rural y las de vecinos de San Salvador, Santa Apolonia, San Juan y San Isidro. Entre todos han contribuido a la hora de impulsar el concejo y obtener este premio que entregaron los Principes de Asturias a finales de octubre. Todos los habitantes han sentido como suyo este reconocimiento a la labor colectiva.
Recorrido santirseño
El premio es un incentivo que impulsa a visitar San Tirso de Abres y acercarse tanto a sus gentes y costumbres, como al patrimonio y su naturaleza.
Tres castros muestran los primeros vestigios de humanos asentados en la zona: el Croas de Castro, el Croas de Eilale y el de Salcido, interrelacionados entre ellos, ya que el primero se dedicaba a la labor agrícola, el segundo a la extracción de hierro, y el último a la extracción y transformación de este mineral.
En cuanto a arquitectura religiosa, destacan la Iglesia Parroquial de San Salvador, y las capillas de San Isidro Labrador del siglo XVII, de San Juan y Santa Elena. El Palacio de Pacio, la Casona de Amaido, la Casa de Brea y la Casa do Estribano en Lourido ponen el contrapunto civil en lo que a construcciones emblemáticas se refiere.
San Tirso de Abres es un concejo para conocer a paso lento. Diversas rutas de senderismo señalizadas lo ponen fácil, y se pueden combinar además con la práctica de la pesca deportiva de salmón y trucha, uno de los grandes atractivos del lugar. Para completar estas actividades está el Centro de Interpretación de la Pesca en el Eo, que a través de un sistema de paneles permite conocer las especies autóctonas y la relación del hombre con el río. Incluso hay expuestas diferentes artes de pesca que acercan más la actividad al visitante. Un menú tradicional para despedirse con buen sabor de boca debe incluir fabada, caldo, o cocido de carnaval, para rematar con filloas, requesón, arroz con leche, chulas de carnaval o roscas de Jueves Santo.
Mª Goretti Quintana Rey. Alcaldesa de San Tirso de Abres.
-¿Qué supone el Premio Pueblo Ejemplar para San Tirso de Abres?
-Supone un reconocimiento a todo el trabajo que hicieron los vecinos y vecinas de San Tirso de Abres por la recuperación de la cultura tradicional y de su patrimonio, superando el estar en esta parte más alejada del centro de la región, donde teníamos que hacer parte de los trámites. El efecto que apreciamos es una mayor proyección de nuestra localidad y por lo tanto un aumento del porcentaje de turistas. Suponemos que este efecto sobre el turismo lo veremos en mayor medida en primavera y verano. Pero en cualquier caso, ya existen más estancias en la localidad. A largo plazo deseamos que, tras hacer turismo en nuestra localidad, algunas personas se sientan atraídas y podamos tener nuevos habitantes, para frenar el envejecimiento de población que tenemos. Sería idóneo que nuestra tierra llegase a enamorar.
-¿Cómo es la colaboración vecinal, gracias a la cual se obtuvo el galardón?
-La colaboración vecinal siempre existió y va a continuar siendo así. A veces tenía forma de donativos para mejorar el patrimonio o ayudar a familias que habían sufrido una gran pérdida. También se cedieron infraestructuras o equipamientos, y en otras ocasiones esa colaboración se torna en voluntariado. Son trabajos en común como embellecer las calles en Corpus Christi con las alfombras florales, o colaborar con la Asociación Cultural para llevar adelante la muestra de oficios tradicionales o la malla del trigo. Hay un voluntariado enorme, de decenas de personas que dejan su quehacer diario para colaborar. El mérito reside ahí y viene a recoger el testigo de los santirseños que antaño acompañaban a los pescadores que venían de fuera hasta el río.
-¿Cómo se recibió a los Príncipes de Asturias?
-Estuvimos en el centro del pueblo, en la parte más urbana y el día tuvo distintos momentos, pero todos ellos girando en torno a diversas muestras expositivas de todos esos valores que encierra nuestra sociedad santirseña de colaboración, voluntariado, cultura tradicional y recuperación de patrimonio. Queríamos que sus Altezas Reales los Príncipes de Asturias se llevasen una idea aproximada de los trabajos y tareas habituales que hacen los santirseños, de manera reducida y resumida. Mostrar los puntos fundamentales que nos reconocieron y valoraron en el Premio Pueblo Ejemplar.