A veces simplemente hay que empezar: arremangarse y ponerse manos a la obra. Es la ideología de Ye too ponese, una asociación nacida en 2004 con una filosofía propia: ‘hacer cosas pequeñas que nos hagan sentir felices’. María Pérez es la coordinadora de proyectos, que siempre se plantean
abiertos a la participación.
-Ye too ponese se presenta como un «espacio para la gestión de inéditos viables» ¿Qué es este concepto?
-Usamos ese concepto como contrapuesto a la utopía, que es algo muy lejano, casi inalcanzable. El «inédito viable» es más concreto: es inédito, porque no existe todavía, pero es viable porque se puede construir. Nos pareció un concepto poético, que definía nuestras ganas de cambiar las cosas, y lo usamos como lema.
-Buscáis «hacer cosas pequeñas que os hagan felices». ¿Los cambios empiezan por algo tan sencillo?
-Eso es algo que nos marcó sobre todo al principio, cuando veníamos haciendo actividades de cambio social, y queríamos efectivamente hacer cosas que cambiaran la realidad, pero a la vez buscábamos divertirnos en el proceso. Que nos gustara hacerlo, que no lo sintiéramos como una obligación. Siempre hemos buscado acciones que salgan de nosotros, que nos motiven.
-Tenéis proyectos europeos, de cooperación, participación… ¿cómo habéis ido creando esta estructura?
-Las áreas de trabajo han ido variando, en función de la gente que va participando en la asociación, en nuestros intereses y nuestras experiencias. Al principio hacíamos muchas acciones de calle, performances, teatro… y eso fue derivando hacia otro tipo de acciones dentro de lo que llamamos activismo creativo, que es muy amplio. También está el tema de cooperación, porque hay un grupo grande de gente en la asociación que está vinculado a proyectos de cooperación al desarrollo, en el Sáhara, etc. Así que hemos desarrollado mucho esta área, sobre todo con proyectos que
nos subvencionan desde la Agencia de Cooperación, normalmente de educación para el desarrollo en institutos y colegios.
También tenemos una parte de proyectos europeos, que se ha desarrollado más a partir del año 2006/2007, cuando algunas personas de la asociación participamos en un proyecto de voluntariado europeo dentro del programa Juventud. Nos pareció muy interesante y quisimos integrar esa experiencia, así que ahora trabajamos en diferentes líneas, por ejemplo enviando voluntarios a otros países de Europa. Y hay otra área, que en realidad es transversal a todo lo que hacemos, que es la de participación, muy importante para nosotros. Creemos que la participación es el motor que mueve el cambio social, así que todo lo que hacemos busca potenciar que la gente opine y aporte.
«Creemos que la participación es el motor que mueve el cambio social, así que todo lo que hacemos busca potenciar que la gente opine y aporte».
-Estáis elaborando un Manual de Activismo Creativo. ¿En qué consiste?
-Es un proyecto que nos plantean en colaboración con uno de nuestros partners en Berlín. Nosotros formamos parte de una red informal a nivel europeo de activismo creativo, y una de sus funciones principales es realizar una revista en la que se ven diferentes acciones, como se puede utilizar el activismo para el cambio social, etc. Y además organizamos desde esa red diferentes encuentros, intercambios, cursos de formación sobre este tema. El año pasado, en uno de esos encuentros, surgió la idea de hacer este manual, enfocado especialmente para educadores y gente que trabaja con jóvenes. En eso estamos trabajando ahora, pronto tendremos el primer borrador online.
-Quizá la parte más espectacular de la asociación son las acciones «de calle», como el Festival de andar por casa o, más recientemente, una ruta en bici por Oviedo.
-También es algo que ha ido evolucionando, y se han generado diferentes eventos culturales que se le van ocurriendo a la gente de la asociación. Además, en los últimos tiempos notamos mucho más movimento cultural en Oviedo, y ha aumentado la repercusión con otros colectivos y con la gente en general. En el caso concreto de esta ruta se trataba de que algunas personas escogían una zona de Oviedo para compartir con el resto de la gente, contando una historia, haciendo una acción teatral… Al final vino muchísima gente, resultó muy participativo, fue una actividad muy bonita, donde todos aportaron algo. Nos gustó tanto que queremos repetirla en verano.
-Desde 2004 hasta ahora habéis evolucionado muchísimo. ¿Para cambiar las cosas «es todo ponerse»?
-Yo no sé si es todo, pero desde luego es un primer paso fundamental. Yo creo personalmente que la sociedad la hacemos los ciudadanos, que somos los que debemos quejarnos, movernos, crear estructuras diferentes… Si nosotros no hacemos los cambios, nos los van a hacer desde arriba.