A pesar de sus pequeñas dimensiones, y gracias a unas buenas comunicaciones, el polígono de Santa Rita tiene un papel importante en el oriente asturiano.
Los empresarios de Arriondas encontraron la solución a parte de sus problemas con la creación del polígono de Santa Rita en la década de los noventa. De esta forma el tráfico excesivo, que impedía desarrollar sus actividades con normalidad en la capital del municipio, dejó de ser una pesadilla, con la ventaja de que la cercanía de la nueva área industrial a Arriondas no supuso perder comodidades.
El polígono está totalmente ocupado y tiene recepcionadas las instalaciones. Al éxito de esta zona industrial ha contribuido la buena comunicación con la Autovía del Cantábrico permitiendo una mayor ‘proximidad’ al centro de la región y una mejora en las comunicaciones con otras comunidades españolas.
Al entrar en Santa Rita, un directorio de empresas ayuda al visitante en la búsqueda a su destino. El polígono es pequeño, lo que permite cierta familiaridad entre los que allí trabajan a diario, y dispone de las infraestructuras básicas como recogida de basura, gas natural, hidrantes, etc. , pero también plantea deficiencias a las que hay que buscar soluciones.
Al éxito de esta zona industrial ha contribuido la buena comunicación con la Autovía del Cantábrico permitiendo una mayor ‘proximidad’ al centro de la región y una mejora en las comunicaciones con otras comunidades españolas.
La carencia de aparcamientos en el polígono es uno de los escollos a los que se enfrentan los industriales de Santa Rita, un problema que se subsanará en parte con la decisión municipal de solicitar ayudas para la creación de un área de estacionamiento, que podría albergar entre 20 y 30 plazas en una parcela municipal. Para los empresarios, esta medida no es la panacea -dada la futura ubicación de la misma en la entrada del polígono- pero no dudan de que tendrá repercusiones beneficiosas para el conjunto. Desde el Consistorio, y en respuesta a los requerimientos de los usuarios, se ha incrementado la limpieza del polígono y actualmente se está estudiando el estado general de los viales públicos, el sistema de alcantarillado, la señalización de plazas de aparcamientos y otras cuestiones de mantenimiento con la intención de solicitar subvenciones a la administración regional que permitan costear las actuaciones necesarias.
Para solucionar los problemas comunes a la mayoría de las zonas industriales se planteó en el año 1992 la creación de ASPOSAR, Asociación de Empresarios del polígono, en la que se agrupan la mayor parte de los empresarios. Actualmente el colectivo estrena junta directiva, ya que recientemente Ramón Moutas sucedió en el cargo a José Antonio Villar. Los cambios en ASPOSAR han propiciado nuevas conversaciones con el Ayuntamiento de Parres al que han trasladado sus inquietudes. La inseguridad es uno de los temas que preocupan a los empresarios, y a la espera de una disponibilidad presupuestaria que permita la instalación de una red de videovigilancia, la solución actual pasa por el refuerzo de la vigilancia policial con efectivos locales.
Otra de las cuestiones que todavía no tiene una solución clara, y que está suscitando conversaciones entre el Ayuntamiento y los empresarios, es la exigencia del pago por la utilización de las aceras, al cual el colectivo se muestra reacio. Aún no hay nada decidido y todo apunta a que continuarán las negociaciones.