Hay que remontarse a los inicios del siglo XX para recordar los primeros días del Café Martínez. Bien diferente era la Navia de entonces, que asistía a una época de transformación gracias al capital venido de ultramar.
La calle Regueral era entonces el núcleo activo de la vida social y cultural, de ahí que Antonio Martínez eligiese esta ubicación para levantar su negocio.
El café se abrió en 1904 y pronto se convirtió en lugar de reunión y encuentro de vecinos y visitantes que frecuentaban la localidad procedentes de pueblos de los alrededores. Algunos aprovechaban la visita para comprar billetes de autobús, dado que el local cumplía las funciones de administración del ALSA, y durante varios años también actuó de centro distribuidor de tabaco. Desde la calle Regueral salían las cajetillas que se repartían por los concejos vecinos.
Tras el fallecimiento de Antonio, que lo regentó durante más de cincuenta años, el negocio pasó a manos de sus hijos.
El establecimiento ha sido partícipe de los cambios que ha experimentado la villa con el transcurrir del tiempo. La llegada de empresas como CEASA constituyó una importante fuente de ingresos para la hostelería local. También la construcción del embalse de Arbón y del hospital de Jarrio contribuyeron a aumentar su clientela.
Hoy día, el Café sigue creando nuevas facetas de su historia pero sin ningún Martínez al frente. Ahora son los hosteleros Mario García y Luis A. Díaz quienes regentan este histórico local. Ambos trabajan con el propósito de mantener el espíritu original de esta cafetería al mismo tiempo que la modernizan y rejuvenecen con nuevos productos y servicios.