El barrio popular El Cobayu se adapta a los nuevos tiempos cuidando de lo más importante: los vecinos. Juntos celebran sus 50 años de convivencia.
«Era un barrio básicamente obrero, de gente de clase media baja que llegó de la aldea. Vinieron familias enteras en busca de mejores condiciones de vida, trajeron con ellos las costumbres que tenían en el pueblo y las fueron incorporando al vecindario. El barrio creció muy rápido, había muchísimos críos. Recuerdo de pequeño que ser del Cobayu marcaba un staus diferencial con respecto a la Villa, la Playa u otros barrios. De hecho jugábamos al fútbol y había un equipo donde casi los once jugadores eran de aquí. También íbamos juntos a la escuela y eso a la larga fue creando vínculos que con el tiempo permanecen aunque ya no vivas en el Cobayu», reconoce José Luis Díaz Bermúdez, miembro de la Comisión del 50 aniversario que en aquellos momentos tenía cuatro años.
Recuerda que hubo más cosas que fueron uniendo a aquel barrio. «Del 68 al 75 confluyeron circunstancias históricas, sociales, políticas y económicas que marcaron el futuro del Cobayu. Crecí en medio de mítines, manifestaciones, luego vino la crisis… Todo unido generó un cóctel muy especial. Había compromiso entre nosotros», apunta Díaz. Se fueron generando importantes vínculos que a día de hoy se mantienen. Fueron muchas horas de juegos en la calle, de charla con los amigos, con los mayores, aquello llegó a ser como una gran familia. «Todos los chavales de esa época que ahora andamos por los cincuenta o sesenta, coincidimos en que si pudiéramos repetiríamos allí nuestra infancia. Y no solo lo decimos nosotros, también la gente mayor como refleja el documental que ha hecho el riosellano Pablo Casanueva sobre el Cobayu que presentó el pasado 24 de junio en la fiesta del 50 aniversario. Todos recuerdan aquella época con mucho cariño a pesar de las penurias que se pasaron».
Ese medio siglo de existencia se celebró por todo lo alto el pasado domingo 24 de junio. Hubo comida de confraternización entre los que viven y vivieron en el Cobayu, partidos de futbito como se vienen celebrando de forma tradicional; un acto protocolario en el que estuvo presente el hijo de Miguel Angel García Lomas, -impulsor de estas viviendas sociales-, así como los alcaldes desde la transición hasta el momento actual que se dirigieron a todos los presentes. No faltaron los juegos infantiles, hinchables, música de gaita, verbena y fuegos artificiales.
Una parte importante de la jornada festiva fue la inauguración de la escultura conmemorativa de este 50 Aniversario diseñada por la artista local, Paci Román que es la primera que hay en el barrio.
Todos miran con orgullo al Cobayu. Atrás han quedado aquellas inundaciones que se producían con las crecidas de la ría, los barrizales. Hoy es una urbanización espaciosa, con zonas ajardinadas y amplios aparcamientos. Un espacio urbano que pronto renovará su estética. «Es un plan de mejora que viene del Ayuntamiento, en coordinación con el Principado y los Fondos Europeos, que tiene como objetivo remodelar la estructura externa del barrio: aislamiento térmico de las fachadas, arreglo de cubiertas, mejoras de accesibilidad, incremento de espacios verdes. El barrio sin duda se lo merece», apunta Díaz.
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