Los violentos temporales de este invierno tuvieron un punto álgido en la destrucción del Centro del Calamar Gigante, en el puerto de Luarca, una desgracia de la que dieron cuenta medios nacionales e internacionales.
A pesar de los daños producidos, el grueso de la colección pudo salvarse y está a la espera de que se decida su destino. La colección pertenece al CEPESMA, Coordinadora para el Estudio y la Protección de las Especies Marinas. El presidente de esta ONG, Luis Laria, explica que, efectivamente, se han perdido varios ejemplares de calamar gigante, pero que los mayores destrozos han sido para el edificio. «El alma del museo sigue estando. El problema más grande ahora mismo es de infraestructura, porque algunas urnas se dañaron y los ejemplares que tenemos necesitan un estado de conservación que estamos manteniendo con dificultades. Al final es una cuestión económica, y que el Principado decida si va a reparar el edificio o no, para poder reubicar la colección. Pero nosotros tenemos claro que ese equipamiento museístico sigue teniendo un valor extraordinario y necesita un espacio».
El apoyo social ante esta desgracia ha sido masivo. «Hemos tenido un respaldo extraordinario, desde museos a nivel nacional e internacional hasta diferentes asociaciones y organizaciones que nos están apoyando de una forma u otra». En Luarca, la Cofradía de San Timoteo ha abierto una cuenta para recoger donaciones, que se suma a otra gestionada por el grupo de voluntarios que CEPESMA tiene en Gijón.
Pero la Coordinadora es mucho más que el Centro del Calamar Gigante, y así lo recuerda Laria: «Es probablemente lo más conocido, pero no lo que más actividad genera. Tenemos el Centro de Recuperación de Especies -a cuatro kilómetros de Luarca- donde atendemos a cantidad de animales, no solamente marinos: delfines, marsopas, tortugas, aves, pero también especies exóticas, que pueden ir desde un mapache hasta una iguana. Por ejemplo, ahora mismo tenemos unas setenta serpientes en recuperación». La red de aproximadamente cien voluntarios repartidos por toda la geografía asturiana les permite responder rápidamente ante cualquier emergencia, ya sea un búho herido o unos delfines varados. El Centro de Recuperación se encuentra en las instalaciones del Parque de la Vida, en la localidad valdesana de La Mata, un equipamiento para la divulgación científica en cuyas actividades también está implicada la Coordinadora.
Todos esos trabajos siguen en marcha, mientras el destino del Centro del Calamar Gigante espera una decisión que influirá no sólo en los recursos medioambientales del concejo, sino también en su valor turístico.Pinche aquí para ver más reportajes de este concejo