Es el deporte de moda gracias al efecto Carolina Marín, tricampeona mundial de bádminton, pero ellos empezaron a practicarlo bastante antes. Al principio como una forma de entretenerse mientras esperaban a sus hijos en el polideportivo. Luego llegaron las medallas. Hoy el CD Bádminton Riosa Senior puede presumir de ser el mejor de Asturias en su categoría y modalidad.
En el último Campeonato de Asturias Senior han conseguido cinco medallas de oro, tres de plata y una de bronce. Dulces triunfos que han sabido a gloria a Blanca Esther, Miguel Lozano, Vicente Rufo, Manuel Muñoz y Joaquín Menéndez, campeones en las distintas modalidades. Hablamos con Blanca Esther García, una de las jugadoras más veteranas del club con muchos torneos ganados a sus espaldas.
«Todo empezó por nuestros hijos, cuando se apuntaron a clases de bádminton con el técnico Ángel Rodríguez. Estar tantas horas en el polideportivo esperando a que los chavales terminasen los entrenamientos era algo un poco tedioso para los padres. Con una raqueta en la mano se nos hizo más ameno. Nos fuimos motivando hasta que un día Ángel, el entrenador, nos animó a presentarnos a alguna competición en la que no hacía falta estar federados. Nos gustó la experiencia y nos propuso formar un club junto con todos los niños que ya lo practicaban. A partir de ahí empezamos a jugar en serio, entrenando y preparándonos físicamente. Hoy, además de jugadores somos un grupo de amigos, una gran familia que se reúne en muchas ocasiones».
El club empezó su actividad en 2004 de la mano de Ángel Rodríguez y en solo cinco años de vida consiguió el título de Campeón de Asturias por ranking de clubes. Llegó a ser el club de deporte individual que más alumnos movió en las escuelas deportivas.
Con el tiempo, y a pesar de que muchos niños se fueron decantando por otras actividades, el grupo de adultos continuaba creciendo no solo con vecinos de Riosa sino también de fuera. «Por aquí han pasado muchas personas. Unos vienen, otros marchan, pero la afición se mantiene. En ocasiones salimos a competir a otros lugares de España y eso nos reporta experiencias interesantes».
Es difícil llegar hasta aquí pero también permanecer. ¿Cómo se consigue? «Hay que mantenerse en buena forma física, entrenar y luego de acuerdo a las posibilidades de cada uno, dar lo mejor de sí. Los que estamos jugando somos gente de edad donde el que más o el que menos tiene alguna dolencia, algún achaque, pero eso no nos impide practicar el bádminton. Es algo que nos aporta mucho, agilidad física y mental, trabajo en equipo que va más allá de lo puramente deportivo, intercambio de experiencias con otros, viajar».
En individual, dobles femeninos, masculinos, mixtos… las fórmulas son cambiantes. «Hay parejas que se mantienen pero luego nos entremezclamos y visto lo visto, con muy buenos resultados que hasta nos han sorprendido a nosotros. Es gratificante participar, pasarlo bien y además ganar, es la guinda. Ángel, nuestro entrenador ha sido una pieza clave desde el principio. Es un gran profesional, nos motiva, nos mueve, nos corrige. No estaríamos aquí sin él», reconoce Blanca Esther.
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