En una analepsis o flashback, el narrador o personaje retrocede en el tiempo para relatar un acontecimiento pasado relevante para la historia actual.
La analepsis, también conocida como flashback, es un recurso narrativo frecuentemente utilizado en la escritura de novelas. Este recurso permite insertar un recuerdo o una secuencia del pasado en la narración, interrumpiendo momentáneamente el orden cronológico de la trama.
Se trata de una retrospección. El narrador o el personaje vuelve al pasado para narrar algo significativo para la trama.
Es crucial no confundir la analepsis con la técnica que estructura la novela. No sirve para contar la historia desde el final hacia el principio, sino que son escenas puntuales que aportan claridad sobre algún aspecto del pasado de los personajes o de la trama.
Motivos para escribir una analepsis
Este recurso debe estar justificado, aportando siempre algo relevante a la historia y no apareciendo sin razón. Todo aquello que se pueda contar de manera cronológica impide el uso del flashback. Abusar de este recurso puede interrumpir el ritmo de la historia. La analepsis debe utilizarse en contadas ocasiones y cuando la trama lo requiera.
Algunos buenos motivos para justificar una analepsis son:
Revelar un secreto del personaje
Los personajes complejos suelen tener secretos. Un flashback puede ser una excelente manera de revelarlos, impactando al lector si se ejecuta correctamente. Este momento de descubrimiento debe explicar lo que se ha contado hasta ese punto para que tenga sentido.
Mostrar el pasado del personaje o la historia inicial
A veces, es interesante iniciar la novela en un punto avanzado o en el conflicto. El pasado del personaje o la historia previa puede resultar poco interesante, por lo que una analepsis ayuda a comprender cómo se ha llegado a ese punto sin abrumar al lector con detalles innecesarios.
Identificar momentos relevantes de la trama
Los flashbacks permiten destacar escenas cruciales de la historia. Invitan al lector a detenerse y prestar atención, pues la narración se pausa para contar algo imprescindible. Este uso es muy poderoso.
Cómo escribir correctamente una analepsis o flashback
A pesar de ser un recurso común, crear una analepsis correctamente es complicado. Detener la narración y transportar al lector al pasado, construyendo una nueva escena conectada con lo anterior, requiere habilidad.
La primera pregunta es: ¿cuándo introducir el flashback? Cualquier momento es adecuado, pero el final es crítico para evitar que parezca un recurso de último minuto. La analepsis debe mostrar algo que el lector necesita saber pero que los personajes ya conocen.
Introducir una analepsis en la narración
Una vez decidido introducir un flashback, existen varias formas de hacerlo sin que resulte forzado.
Forma directa
Es el método más sencillo. Consiste en introducir la escena del pasado de manera directa, destacándola mediante un cambio en el estilo o la narración. El lector puede identificar fácilmente el flashback por el cambio en el tipo de letra, el narrador o mediante algún recurso como cursivas o símbolos de transición. Es una manera clara de indicar que la siguiente sección está fuera de la narración cronológica.
Forma indirecta
Este método es más complejo, pero demuestra el talento del autor. Consiste en introducir el flashback suavemente, haciendo que el lector se dé cuenta de que está leyendo una escena del pasado. La transición es fluida y bella. El recuerdo se muestra como algo interesante que no detiene al narrador.
Para lograr este efecto, se pueden utilizar introducciones como:
Época o fecha exacta
«Era diciembre de 1970 cuando di mi primer beso a la chica rubia que se sentaba en el asiento del copiloto de mi viejo coche…».
Sentidos
«La última vez que escuché esa canción fue en 1970, justo después de dar mi primer beso…». «Ella olía igual que Sandra, la chica a la que besé en 1970 en mi viejo coche. El mismo aroma afrutado e inocente…».
Objeto
«El retrato de mi madre seguía en el mismo lugar que años atrás. Aún recuerdo cuando lo trajo esa tarde de diciembre tras pagar al artista de la plaza para que la pintara en un lienzo…».
Existen muchas formas de evocar un recuerdo, pero lo ideal es introducirlo con algo que conecte el pasado con el presente. De ese modo, será más fácil y ayudará a entender cómo se siente el personaje al recordar ese momento.
Cómo escribir el final del flashback
¿Cómo se concluye un flashback? Es una parte delicada, pues se debe salir del flashback con la misma suavidad con la que se entró. Usar el mismo objeto o sentido que se empleó para iniciarlo ayuda a establecer una conexión.
Por ejemplo:
«El aroma afrutado e inocente me devolvió al presente. La mujer frente a mí no era Sandra; su energía y aspecto eran distintos. No quise perder la oportunidad de pedirle una cita».
Otra opción es situar los flashbacks al inicio de escenas o capítulos. Así, la transición es evidente para el lector, quien entiende que la narración volverá al presente en cualquier momento.
Conclusiones sobre la analepsis
Este recurso tiene un impacto directo en el tiempo de la novela y permite jugar con el orden cronológico de la historia. Es una excelente herramienta para crear misterio e intriga si se usa correctamente. Es importante no alargar los flashbacks ni utilizarlos de manera engañosa para explicar momentos que podrían contarse de otro modo, y centrar el recuerdo en una sola historia para mantener el impacto y la atención del lector.
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Hasta nuestra próxima historia…