Llega la Navidad y además de tus sobrinos, te ha tocado regalar a tu prima en el amigo invisible y no conoces sus gustos. Aparte, tienes que pensar en los regalos de tus padres… ¿Se te han agotado las ideas?
Dicen que de media los españoles nos gastaremos 249 euros en regalos estas Navidades. Preferimos regalar a que nos regalen, y aunque hay una tendencia al alza en las compras por Internet, cuando queremos hacer un regalo especial nos sigue gustando ir a comprar a una tienda física y pagar con tarjeta.
La Navidad es tiempo de detalles con los demás, de recuerdos, de momentos únicos, de sabores, de disfrutar en compañía, y eso se puede hacer de múltiples maneras.
Empecemos por los más pequeños. ¿Hay algo más bonito que el brillo en los ojos de un niño cuando abre un regalo? Para ello es importante tener en cuenta la edad del niño, sus preferencias, así como los valores que les queremos transmitir.
FACUA hace una serie de recomendaciones que nos pueden resultar muy útiles. Los muy peques, de 0 a 2 años, empiezan a experimentar con los sentidos y necesitan moverse, por lo que les pueden ir muy bien los correpasillos, los arrastres o juguetes de encajar piezas. De 3 a 5 años recomiendan juegos de creatividad, expresión e imaginación como plastilinas con moldes, pizarras, libros con ilustraciones, juguetes de construcción. De 6 a 10 hay que buscar cosas que les ayuden a desarrollar sus capacidades cognitivas como memoria, razonamiento, son ideales los rompecabezas, accesorios deportivos o juguetes para compartir con otros amigos. Y a partir de los 11 años, buscarán retos y desafíos por lo que podrían disfrutar mucho con los juegos de rol, telescopios o inventos.
Y aunque los niños en estas fechas son los reyes de la casa, a los mayores también nos gustan los regalos. Apreciamos los que van con sentimiento, que encajan con nuestra personalidad y más todavía si incluyen el factor sorpresa.
También podemos regalar experiencias, cosas que normalmente no hacemos. Y eso vale tanto para pequeños como para grandes
A algunos les gusta dejarse llevar por las nuevas tendencias para buscar el regalo perfecto, otros echan mano de ese momento especial vivido con la otra persona, de las aficiones, los hobbies o de los consejos de los más allegados.
La verdad es que hay mucho donde elegir, detalles personales, para la casa o la oficina que son muy creativos y pueden dar ese toque de originalidad que nos gusta, demostrando que el estilo y el buen gusto no están reñidos con el bolsillo.
También podemos decantarnos por regalar experiencias, cosas que normalmente no hacemos, y eso vale tanto para pequeños como para grandes. Unas entradas para un espectáculo de moda como un musical, una estancia en una casa rural con encanto para desconectar, una mañana de relax en un spa, una cena en un buen restaurante, una excursión a la nieve… Regalar una escapada es regalar recuerdos que son para siempre. Con un pequeño detalle se puede quedar muy bien, la sorpresa está garantizada. Porque no hay que olvidar que todos llevamos a un niño dentro.