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viernes 22, noviembre 2024

Literatura práctica. Escuela de Letras de Gijón

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Con ganas de ser un referente, y sobre todo un revulsivo para la escena literaria asturiana, la Escuela de Letras de Gijón nace con la vocación de promover la creación artística. Manuel Astur, Estefanía González y Leticia Sánchez Ruiz son los promotores y profesores de esta iniciativa, junto a Jesús del Campo. Porque, afirman, Asturias es una gran ciudad y tiene mucho que contar.

-¿Por qué consideráis necesaria esta iniciativa?
-Leticia: Porque aquí no había ninguna escuela, digamos, integrada, cosa que sí existe en otras provincias. Había talleres deslabazados, pero no un sitio donde recibir una enseñanza literaria desde un punto de vista creativo y no histórico. Esto es algo que tiene mucha tradición en el mundo anglosajón, en Estados Unidos escritores de la talla de Paul Auster o Stephen King son profesores de talleres de escritura.
-El panorama literario regional es pequeño, y al final todo el mundo se conoce. Pero vuestra apuesta está también dirigida al escritor no profesional. ¿Qué esperáis encontrar en el alumnado?
-Leticia: Quizá la pregunta debería ser qué espera encontrar el alumnado en nosotros. Esta escuela va dirigida al escritor amateur, pero también a aquellos que se quieran iniciar en la literatura, que a veces es un camino bastante solitario. Es para toda aquella gente interesada en las letras, que las lee con pasión y que quieren conocer este mundo, aunque no sea necesariamente un oficio.
-Estefanía: La escritura es un campo enorme. Puede ser una terapia que ayude a la persona a conocerse a sí misma, a centrarse y a definir proyectos. Puede ser una actividad artística en la que nos expresemos y nos sintamos realizados. Puede ser una pasión a la que quieras entregarte y aprender lo más posible. Nosotros queremos satisfacer a todos.

«La enseñanza literaria desde un punto de vista creativo y no histórico tiene mucha tradición en el mundo anglosajón, aunque aquí no sea algo tan habitual». (Leticia Sánchez)

-¿A qué se debe el auge de la auto ficción y la autobiografía, que le dedicáis un apartado propio? ¿Tiene algo que ver con Internet, donde cualquiera puede contar «su historia»?
-Manuel: Ése es el curso que doy yo y me pareció importante hacerlo precisamente porque efectivamente, con el auge de las redes sociales nos estamos convirtiendo en personajes. Al buscar dar una imagen estamos haciendo autoficción, ya sea consciente o inconscientemente. Y existen herramientas en la tradición literaria para aprender a construirnos a nosotros mismos, para saber quiénes somos. No hablo de autoayuda, pero sí es interesante, entre tanto ruido, manejar los mecanismos para narrarnos a nosotros mismos, y vernos reflejados en los ojos de los demás
-En la web de la Escuela hay un relato de Manuel Astur en el que cuenta como una abuela da a escoger a su nieto entre comprar un libro o chucherías. Evidentemente, gana lo segundo. ¿Hasta qué punto es una metáfora de la sociedad actual?
-Manuel: Lo es en cuanto a que desde el sistema, el neoliberalismo o llámalo como quieras, se fomenta la búsqueda de la satisfacción inmediata. Antes el consumidor ideal, impulsivo y caprichoso, era el niño, pero la edad ha ido subiendo. Estamos infantilizados. Dalí decía que una generación que no tolere el aburrimiento es una generación sin valía, y me temo que ésos somos nosotros. No sabemos aburrirnos y necesitamos paraísos artificiales, ya sean alcohol o drogas, ya sean videojuegos o internet. Necesitamos consumo, consumo, consumo, cuando son cosas que te dejan insatisfecho y siempre te piden más.
-Estefanía: La gente necesita recibir estímulos constantes, y todo aquello que requiere un esfuerzo de concentración es demasiado. De ahí el éxito de las redes sociales: es más sencillo conectarse a Facebook que estar dos horas leyendo un libro, porque desfila ante ti una sucesión de imágenes e historias que no te requieren ningún esfuerzo y ya no hay tiempo para nada más.

«Con el auge de las redes sociales nos estamos convirtiendo en personajes. Al buscar dar una imagen estamos haciendo autoficción, consciente o inconscientemente». (Manuel Astur)

-De hecho, una crítica habitual es que en las redes sociales se devalúa el lenguaje.
-Leticia: Bueno, pero para eso están los libros. Lo que ocurre en las redes sociales puede ser muchas cosas, y todas muy interesantes, pero no es literatura.
-Estefanía: Creo que lo que se diferencia de otras épocas es el respeto. Antes, utilizar la lengua correctamente, y tener un discurso fluido, y una variedad de recursos era algo apreciado, mientras que hoy hay un desprecio absoluto por eso: no hay vergüenza de tener faltas de ortografía, o de no saber puntuar, o de no saber hilar dos frases seguidas. No sé si se habla mejor o peor, pero desde luego se ha perdido ese prestigio.
-Manuel: Yo en cambio creo que simplemente esa gente que antes callaba ahora habla, por la televisión o por las redes sociales. Pero pienso que estamos mejor que nunca, que somos más cultos, lo que pasa es que esa democratización ha hecho que se pierda la vergüenza. Tú puedes decir «qué grande era la Generación del 27» pero en realidad eran cincuenta personas, niños de papá que podían permitirse vivir de la literatura y prácticamente se autoeditaban. Como no había nada más salían en los periódicos y parece que triunfaban, pero Lorca salía de Madrid a un pueblo y no sabía nadie quien era, es más, igual le pegaban. Ahora se publica y se lee mucho más, y también hay más variedad.

https://escuelaletrasgijon.com/

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