Entre las muchas leyendas de tesoros que podemos encontrar a lo largo de la geografía asturiana destaca la creencia de que la pita (gallina) con su pollerada, de oro, generalmente es en la noche de San Xuan, cuando puede ser desencantada.
En el yacimiento castreño de Coriel,en Peñaferruz (Xixón) cada siete años se abría una resquiebra en la roca y aparecía este preciado tesoro. En el mismo conceyu en La Fonte de Villamanín (Somió) una xana encantada custodiaba una gallina de oro con su pollerada, para desencantarla había que ofrecerle un trébol de tres hojas en esa mágica noche. Por las mismas fechas en el Monte Cayón (Piloña) aparecía una pita de oro, lo mismo ocurría en unas riegas de agua, en Les Cueñes, en la carretera que va de Anayu (Piloña) a Torazu (Cabranes). Bajo el dolmen de San Pablo, en Monte Areo (Carreño) había enterrada otra gallina. En La Lloraza (Villaviciosa) se decía que la gente de Casa Modesto, los Torales, había conseguido este tesoro y por eso se habían enriquecido. Otra gente de La Planadera (Salas) intentó, infructuosamente, hacerse con ella entrando en La Cueva Las Grayas, en Cermuñu. En La Fonte Santa de Guyame, que era muy apreciada por las propiedades de su agua, también se aparecía la consabida pita con pitinos de oro, pero nada más acercarse a ella, se esfumaba. En Fuexu, Tinéu, se habla de la Pena’l Cuervu, y un lugar marcado con un sable, allí estaba enterrada la gallina de oro. Muchos fueron los que se afanaron en buscarla en el Castiellu La Riera (Colunga) lugar donde se ubica un yacimiento castreño. La lista de ejemplos se haría interminable junto con los famosos bolos de oro, pellejos de buey rellenos de oro molido y ollas llenas de monedas.
La gallina de oro
