En Avilés se encuentra la llamada playa de San Balandrán, antiguamente frente a ella había un islote del mismo nombre.
De este santo irlandés, también conocido como Brandain, Brendan y San Borondón existen muchas leyendas, recopiladas en sus famosos viajes en busca del paraíso, donde se mezclan fantasía y datos reales, «Navigatio Sancti Brendani».
Históricamente este personaje fundó, entre otros, el monasterio irlandés de Clonfert. Sus viajes fantásticos son la cristianización de otro personaje anterior, pagano, Bran hijo de Febal, que partió con sus compañeros en un bote de cuero en busca de La Tierra de Las Hadas. El episodio más famoso de San Balandrán quizás sea cuando arriba a una supuesta isla y hace fuego en ella para oficiar misa, ante el asombro de los presentes la «isla» se moverá y se sumergerá en la mar, se trataba de un pez monstruoso llamado «Iasconius» más tarde identificado como una ballena. Según el Bestiario medieval de Pierre de Beauvais (1206) el monstruo isla se llama «Lacovie» y sobre él, otro santo, San Maclou también intentó hacer fuego. Un episodio similar se cuenta en «Los viajes de Simbad el Marino». El antecedente más antiguo lo hallamos en un relato persa en el cual el héroe Sahm decide cocinar en un caldero de cobre en, lo que él piensa, es una isla, en realidad un enorme dragón marino llamado «Srvara».
Sea como fuere, a día de hoy no encontramos ni rastro de las posibles leyendas de la playa de San Balandrán. El episodio del pez isla se sitúa cerca de Las Islas Afortunadas (Las Canarias) donde se habla de un tal San Borondón. En Avilés, alguna gente habla del topónimo -ya adulterado- de «Samalandran», e intenta justificarlo aduciendo la abundancia de salamandras en el lugar, cosa poco probable porque este anfibio se conoce en Asturias con el nombre de sacavera.
La leyenda de San Balandrán
