Ha habido que esperar siete años a que la formación pusiese a rodar un nuevo trabajo. The electric buffalo tenía ya programada la presentación de su disco Keepin’it warm cuando la noticia de la muerte de su bajista Alejandro Espina, conocido miembro de Los Ilegales, conmocionó a la escena cultural asturiana.
Álvaro Bárcena (guitarra y voz) y Willon de Calle (batería) tendrán que decidir por dónde caminará la banda a partir de ahora, después de fallecimiento de su compañero. Su último trabajo juntos, el disco Keepin’it warm fue presentado en Oviedo, tal como estaba previsto, sustituyendo a Jandro con la colaboración de otros bajistas, amigos y compañeros, que tomaron el relevo en una noche que, sin pretenderlo, tuvo mucho de homenaje.
-Álvaro, el fallecimiento de vuestro compañero el pasado marzo ha sido un enorme varapalo. Como grupo ¿cómo decidisteis afrontarlo?
-Fue una total sorpresa. Willon y yo nos reunimos unos días más tarde y decidimos seguir adelante con el concierto que teníamos programado para el 25 de marzo, porque es lo que Jandro hubiera querido. No lo planteamos como un homenaje, porque como era parte de Ilegales se haría luego algo conjunto, sino como cumplir un compromiso con la gente que nos quería ver y hacerlo rodeados de muchos amigos.
-¿Y cómo fue?
-Pues la verdad es que nos dejó una sensación muy agridulce. Por un lado, quedamos encantados con el concierto en sí. El sitio se llenó, las entradas ya estaban agotadas por la mañana y en todo momento nos sentimos muy arropados. Por otra parte, el trasfondo fue en todo momento la falta de nuestro compañero. Para sustituirlo en el escenario contamos con la colaboración de siete bajistas amigos, que fueron haciendo cada uno dos o tres temas; también nos acompañó Ángel Ruiz, que grabó el banjo en el disco.
-Y ahora, ¿cómo continuar?
-Estamos en un momento de transición. Después de la presentación del disco nos tomaremos un tiempo y pensaremos si seguimos adelante con el grupo, si contratamos a otro bajista que cubra el puesto de Alejandro… Me quiero imaginar que tras un periodo de reflexión entrará un bajista y continuaremos, quizá después del verano, tocando y promocionado el disco, pero de momento es demasiado pronto.
“Mantuvimos el concierto que teníamos programado para el 25 de marzo, porque es lo que Jandro hubiera querido. No lo planteamos tanto como un homenaje sino como cumplir un compromiso con la gente que nos quería ver, y hacerlo rodeados de muchos amigos”
-En cuanto a vuestro último disco, Keepin’it warm, ¿por qué habéis esperado siete años para lanzarlo?
-Es una buena pregunta que tiene una explicación muy fácil: todos teníamos entre manos un montón de proyectos, unos propios y otros como instrumentistas de otros músicos. La verdad es que estamos bastante liados, así que ya desde el momento de fundación del grupo dijimos: “queremos hacer algo que nos apetezca, con canciones propias, pero no nos lo vamos a tomar como una carrera sino que lo vamos a hacer con mucha calma”. Y es que además coincidir todos no era fácil, porque cuando está libre uno el otro está ocupado. Después de sacar ese primer disco no hemos dejado de tocar juntos, pero poquito, dos o tres veces al año. Cuando reunimos suficientes temas nos decidimos a sacar otro disco y también nos lo tomamos con calma para grabarlo. Y ya sabes, el tiempo vuela y entre una cosa y otra han pasado siete años.
-Es un disco sólido, contundente.
-Creo que sí, a nivel compositivo es más maduro, lo cual es lógico porque ¡todos tenemos siete años más! Pero sobre todo es más homogéneo. El primero tenía temas un poco variopintos, aunque siempre dentro del rock; este tiene más una misma onda. Hay temas enérgicos y otros más tranquilos, con la calidez que da el rock and roll clásico con tintes americanos.
-La elaboración del álbum ha contado también con numerosas colaboraciones.
-Sí, y el resultado ha sido una fotografía de la esencia del grupo: un trío potente con colaboraciones en la producción, lo que ha dado un buen resultado. Hombre, uno nunca se queda contento al cien por cien porque no existe la grabación perfecta, pero en general estamos contentos con el resultado.
-Estas últimas semanas habrán sido muy intensas…
-Hemos recibido tanto cariño y apoyo de la gente que ahora mismo me siento un poco en deuda. La gente tenía ganas de algo nuevo, y la verdad es que yo voy a intentar sacar tiempo de donde sea para componer, arreglar los temas, y a ser posible… no digo sacar un disco al año pero sí que espero que no haya que esperar siete años para volver a escuchar a The electric buffalo.