Cuando una simple.
Palpación.
Cuando una alteración.
De unas heces.
Cuando una orina enrojecida.
Cuando una tos.
Persistente.
Cuando una ronquera.
Se extiende en el tiempo.
Cuando un adelgazamiento
Sin sentido.
Cuando en tu cuerpo las células.
Se multiplican.
Sin criterio, ni aviso.
Ahí es.
Ahí, es donde empieza.
La lucha.
Donde no hay, que pensar.
El porqué.
Por qué a mí.
Es a ti, porque te lo acaban.
De decir.
Así de sencillo.
Ahora solo importa, una cosa.
No desmoronarse y enfrentarse.
A lo que hay que hacer.
Hay que dejarse de buscar,
Nadie mejor para informar.
Que quien te va a tratar.
Ni vecinos, ni amigos, ni cuñaos.
Cuando la cabeza da vueltas.
Los mareos vienen por la confusión.
Por las distintas opiniones.
Por quien cree que sabe, y no tiene.
Ni idea del daño, que por esa boca sale.
Así que.
Cuando la cabeza da vueltas.
Mejor que sepas las cosas.
Con certeza.
Y, sobre todo, nunca te adelantes.
A las pruebas y a los resultados.
Incluso con ellos en la mano.
A veces al abrir y mirar.
No hay nada que observar.
Lo que parecía estar.
Por no sé qué arte.
Allí ya no está.
No te comas el coco.
Tranquilidad.
Te toca esperar.