María Schlegel es la creadora de la plataforma online Improve Program, proyecto con el que ha conseguido el premio Cheque emprendedor 2021. ¿Su intención? Compartir con los demás sus conocimientos adquiridos como deportista profesional.
Por sus venas corre sangre deportiva, la de su padre, Mike Schlegel jugador internacional de baloncesto y la de su madre, Carmen Mosegui, atleta especialista en 400 metros. Vallisoletana de nacimiento y asturiana de adopción (Piedras Blancas), su vida siempre ha estado ligada al deporte. Primero, atletismo, en concreto con el salto de altura, después llegaría el voleibol. A los 18 años consigue una beca que la lleva al Centro de Alto Rendimiento de Madrid y llega a ser profesional en las dos disciplinas. Ha recorrido varios países, ha cambiado de entrenadores, de compañeros, circunstancia que le ha permitido tener muchas experiencias y con diferentes personas.
-¿Cómo surge la idea de este proyecto merecedor del Cheque Emprendedor 2021?
-La idea surgió durante la cuarentena de 2020. Estaba en casa, tenía mucho tiempo y había que hacer algo. Sé que hay muchos entrenadores y personas que tienen experiencia propia en el deporte y que se dedican a entrenar a categorías inferiores, pero no tienen una formación específica de todo lo que conlleva ser entrenador: calentamiento, prevención de lesiones, planificación, dominio de todo aquello que gira en torno al deporte en sí.
La idea era ir enseñando cosas que yo sabía por mi experiencia como deportista y también los conocimientos que había adquirido por haber estudiado la carrera de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, además de hacer un Máster en educación. Mis conocimientos académicos acompañan un poco el proyecto. Empecé compartiendo todo esto en las redes sociales y luego me di cuenta de que aquello era algo de más envergadura. A partir de ahí creo la empresa Improve y empiezan a surgir unos pequeños trabajos como el Campus de Verano para niños y niñas.
“A través de Improve quiero enseñar a entrenadores o deportistas las cosas que he ido aprendiendo en mi experiencia como deportista y los conocimientos técnicos adquiridos en la carrera de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte”
-Es decir, la plataforma aún está en desarrollo…
-Sí, en un futuro quiero incorporar cursos de formación online para personas dedicadas al deporte, tanto entrenadores como deportistas o familias. Pienso contar también con la ayuda de otros profesionales en distintas disciplinas, pero he de ir poco a poco. El proyecto comenzó hace un año y medio, tuve la suerte de hacer un curso de Avilés Weekend Emprendedor y mi idea fue una de las ganadoras. Me dieron el Cheque Emprendedor 2021, una subvención que concede la Consejería de Industria, Empleo y Promoción Económica del Principado de Asturias para el fomento al emprendimiento innovador. Fue una gran alegría y la verdad es que el dinero me vino muy bien. Lo había adelantado de mi bolsillo y ya tenía pérdidas. Fue un reconocimiento muy positivo que me sirve de estímulo para seguir avanzando.
-¿Cuánto hay de experiencia personal y cuánto de conocimiento técnico en lo que has creado?
-Al final es una mezcla de ambas cosas. Hice una carrera específica de conocimiento técnico, pero aquí hay volcadas muchas vivencias. Una cosa es la teoría y otra ponerlo en práctica. Tengo la suerte de no solo haber hecho voleibol sino también atletismo; he coincidido en un Centro de Alto Rendimiento con otros deportistas, viviendo su día a día; he tenido lesiones y me he recuperado de ellas; ha habido cosas que me han funcionado y otras que no; he tenido varios entrenadores, todo ello va dentro de la formación que impartiré.
“El voleibol, como otros deportes de grupo, te enseña valores como el compañerismo, la lealtad, el compromiso, el respeto, el valor, el trabajo en equipo… el deporte es vida”
-¿Qué cosas trabajáis con los niños en los Campus de Verano?
-El Campus va dirigido a chicos y chicas de 12 a 16 años. Al ser en verano tiene un fuerte componente lúdico; es muy importante que disfruten y se diviertan jugando, el principal objetivo de practicar deporte. Trabajamos para mejorar aspectos deportivos, relacionados con el voleibol principalmente, tanto a nivel de iniciación como de perfeccionamiento y realizamos también otras actividades. El deporte, y en especial el deporte de equipo, lleva una serie de valores que si los aprenden y respetan crecerán mucho como jugadores y, más importante, como personas.
-¿Qué valores te ha aportado este deporte y cómo influyen en tu vida diaria?
-Me han ayudado a creer más en mí misma, a sentir que no existen los límites, a ser reflexiva y analizar lo que hago. También comprobar que el trabajo da sus frutos y que nada viene regalado. Cuando algo te gusta y lo haces por vocación -como es mi caso-, disfrutas el camino y, además, no dejas nunca de aprender. El voleibol, como otros deportes de grupo, te enseña valores como el compañerismo, la lealtad, el compromiso, el respeto, el valor, el trabajo en equipo… el deporte es vida.
-Por curiosidad, ¿cuántas horas entrenas a la semana para estar a un buen nivel competitivo?
-Pues muchas, casi cuarenta te diría porque, a las horas propiamente dichas de entrenamiento físico, hay que sumar la visualización de vídeos, la preparación psicológica… y eso día a día.
-¿Hasta qué edad es la vida útil de una jugadora de voleibol?
-Hasta los treinta y tantos… bueno ha habido jugadoras que se han retirado a los cuarenta largos, pero es poco habitual. En cualquier caso, como cualquier deporte, tienes una fecha de caducidad. Mis proyectos futuros, además de seguir avanzando en Improve Program, es dedicarme a la docencia en el entorno deportivo, me encanta.
“Soy de las pocas afortunadas que puede decir que vive de un deporte que le apasiona, es mi trabajo y eso es una suerte”
-¿Se puede vivir de este deporte?
-Soy de las pocas afortunadas que puede decir que vive de un deporte que le apasiona, es mi trabajo y eso es una suerte. Me dedico a esto y cada temporada hago las maletas y me voy a empezar una aventura al país que me toque: Italia, República Checa… ahora estoy en Alemania, una de las ligas más potentes de Europa y aquí seguiré también la próxima temporada. La liga en la que estoy es muy profesional y estás muy bien considerada y reconocida. Normalmente, estoy ocho meses fuera y luego cuatro en Asturias donde tengo a mi familia.
-Hace unos días, el equipo Barça Femenino consiguió llenar su propio estadio en la semifinal de la Liga de Campeones frente al Real Madrid. ¿Para cuando algo así en el voleibol?
-Fue un hecho histórico no solo para el fútbol femenino sino para el deporte femenino en general. Una señal de que las cosas están cambiando. En voleibol hay mucho talento en nuestro país, a nivel de licencias es el tercero más practicado en España. Hay equipos femeninos muy buenos que juegan en la Liga Iberdrola, por ejemplo, pero falta más apoyo a nivel económico, político y social para que este deporte está en el lugar que se merece. En Italia, por ejemplo, hay una cultura del voleibol espectacular y mucho apoyo por parte de los patrocinadores. También creo que hace falta vender más el espectáculo que ofrece un deporte tan apasionante como este. No se trata solo de atraer a los patrocinadores sino ver qué se les puede ofrecer, por ejemplo, unir su marca al espíritu deportivo, convertirse en imagen de lo que representamos los deportistas no deja de ser un valor para cualquier empresa. Luego habría que contar también con la complicidad de los medios de comunicación. En España, los deportes que no son el fútbol tienen poca repercusión mediática. Esperemos que este sea el primero de una serie de cambios tan necesarios para el deporte femenino en España.