Pablo García-Vigón es el presidente de la Asociación de Empresarios del Polígono de Silvota, además de presidente de AREAS (Areas Empresariales de Asturias). Por su posición en ambas entidades, y por su condición de empresario, conoce de primera mano el difícil momento que está viviendo la empresa asturiana, pero apuesta por la importancia de arriesgar e innovar para mantenerse en la brecha.
– El año 2011 ha sido fundamentalmente para rematar la obra y hacerle un seguimiento a la segunda fase, cuyo proyecto está preparado y en fase de debate presupuestario, pero no tiene partida ahora mismo. Esa segunda fase que completa lo que ya fue una obra muy importante que superó los cinco millones de euros.
Es cierto que la situación de incertidumbre política en la que hemos vivido estos últimos meses tampoco nos ha permitido avanzar, pero lo retomaremos en cuanto se despejen las incógnitas. No olvidemos que es un tema firmado en el convenio tripartito de Sepes, Ayuntamiento de Llanera y Principado de Asturias, y es un documento vinculante para las partes. Es decir: se va a hacer, aunque hay que ser sensibles y entender las limitaciones presupuestarias. Sólo es cuestión de plazo.
-¿Y el Centro de Transportes?
-Tenemos claro que es un proyecto imprescindible, independientemente de que se desarrolle en el corto o medio plazo. Cuando el polígono esté recepcionado tendremos el escenario propicio para desarrollarlo. De momento vamos avanzando para darle soluciones urbanísticas a la parcela dotacional, que es la que está sin desarrollar.
-Aunque la renovación del polígono no es responsabilidad directa de la Asociación, lo cierto es que Asemposil ha jugado un papel muy relevante, ¿no es cierto?
-No es que queramos colgarnos medallas, pero sí es cierto que sin la Asociación la renovación del polígono no se habría hecho. Asemposil no ha puesto fondos porque no dispone de ellos, pero ha estado detrás del proyecto en todo momento, lo ha vigilado para que se cumpliera según lo acordado, ha puesto en común los distintos intereses a favor de la voluntad de los empresarios de mejorar el polígono, ha unificado a todas las partes implicadas y ha hecho las gestiones de tipo institucional. Asemposil ha sido el alma del proyecto, y que una asociación de empresarios haga todo eso no es lo normal.
«La segunda fase de las obras se va a hacer, aunque hay que ser sensibles y entender las limitaciones presupuestarias. Sólo es cuestión de plazo»
-Después de más de cuatro décadas parece que se acerca el momento en el que el Ayuntamiento de Llanera va a recepcionar el polígono.
-Aún no está listo ese tema pero se ha avanzado mucho. Al menos tenemos claro qué modelo de recepción queremos, cosa que hace unos años no estaba tan definida. Apostamos por un modelo mixto de forma que el Ayuntamiento se haga cargo pero que deje la gestión a la Asociación. Estamos trabajando para darle una forma jurídica apropiada, porque en Asturias no existía. El planteamiento es absolutamente pionero.
-Ante la crisis, la unión hace la fuerza. ¿Qué ventajas específicas aporta el hecho de pertenecer a un polígono bien gestionado como este?
-Las ventajas son las mismas que antes, en la medida que Silvota tiene buenas comunicaciones, buenos accesos, buenos servicios, una asociación muy activa, etc. Al fin y al cabo un polígono no deja de ser un lugar donde confluyen muchas empresas con diferentes intereses y de diferentes sectores, y a cada cual la crisis le afecta con independencia de dónde esté. Por desgracia el parapeto que supone estar aquí con otras 290 empresas no es demasiado alto, la ayuda en ese sentido es más psicológica que práctica.
-Uno de sus cometidos es mantener informados a los empresarios de las novedades que les puedan interesar. ¿Cómo?
-Organizamos diferentes charlas y seminarios sobre temas prácticos. Por ejemplo, hemos hecho un taller sobre Redes 2.0, otro sobre políticas de comunicación, otro sobre las aplicaciones de la reforma laboral, etc. Tratamos de estar al día en novedades de dinamización de empresa para trasladárselas a nuestros socios. Es nuestra aportación.
«Tenemos claro que el Centro de Transportes es un proyecto imprescindible»
-En un momento en el que muchas empresas tienen graves dificultades, llama la atención el número de empresas de origen asiático que se están instalando en el polígono.
-Es un sector que está progresando muy bien, tienen liquidez y buscan los mejores lugares para ubicarse, por eso eligen Silvota. Aquí son bienvenidos, puesto que a todos nos interesa la creación de más tejido productivo.
-La Asociación se caracteriza por mantenerse en movimiento: siempre hay iniciativas en marcha. ¿Cuál es la fórmula?
-La fórmula es trabajar con entusiasmo. Ante un escenario de crisis lo que no podemos hacer es quedarnos en casa y lamentarnos de lo mal que lo estamos pasando. Un ejemplo: este edificio en el que estamos se construyó en 2008, cuando la crisis se empezaba a manifestar con total virulencia. Quizá en aquel momento lo más fácil hubiese sido decantarse por esperar a que pasase lo más crudo, pero si hubiésemos tomado esa decisión a día de hoy estaríamos sin edificio y por tanto sin guardería infantil, sin sala multimedia, etc. El gran acierto de Asemposil es haber sido valiente en los momentos de dificultad. Esa actitud es la que nos permite hacer cosas nuevas todos los años y continuar siendo un polígono de referencia.