Los castros y cuevas del concejo muestran que desde antiguo éste es un buen lugar para vivir. En cambio, edificios y casas indianas construidas con capital emigrante cuentan una historia de arraigo por la tierra, aún en la distancia.
La candidatura al premio al Pueblo Ejemplar de Asturias habla de una ciudadanía activa, donde el sentimiento de comunidad sigue presente. Los boaleses son el mayor tesoro de esta tierra, donde se ha hecho un esfuerzo por preservar y modernizar la cultura y los oficios tradicionales.
Muy cerca de las playas de la costa occidental, Boal invita a entrar en el interior y disfrutar de la Asturias más verde. Rutas de senderismo, miradores y áreas recreativas abundan en el concejo, y animan a aprovechar la naturaleza con mayor o menor actividad. Lugares como el Castro de Pendia permiten conocer un poco más de cerca la historia de la zona, especialmente rica en cultura castreña.
Más cerca en el tiempo, la emigración hizo estragos en el concejo, ya que muchos de sus habitantes partieron a ultramar en busca de mejor fortuna de la que aquí podían encontrar. Sin embargo, la emigración fue un viaje de ida y vuelta: los que se fueron no olvidaron sus raíces, y pronto comenzó a llegar un dinero muy bien recibido, que se invirtió en escuelas, lavaderos y pequeñas infraestructuras muy necesarias, además de dejar distintas casas de indianos por todo el concejo. En este sentido, es importante nombrar a la Sociedad de Naturales de Boal en La Habana, sociedad que todavía existe a pequeña escala y que tuvo un papel fundamental al promover la educación de los boaleses.
Para honrar la importancia de estos emigrantes en el concejo, se ha erigido un Monumento a la Emigración, realizado por suscripción popular. Se trata de un trabajo artístico donado por Amado González Hevia «Favila», y para agradecer este gesto, se le va a dedicar una calle cercana, que se inaugura el 7 de septiembre. Será una ceremonia emotiva, en la que también se aprovechará para cambiar el nombre a la conocida como Plaza del Parque, que a partir de ahora se llamará Plaza del Emigrante.
Para conocer más sobre el legado de la emigración, se puede visitar un centro de interpretación dedicado a este tema, situado en la localidad de San Luis. Abre de martes a sábado por la tarde, y los jueves la visita puede completarse con un paseo guiado por las casas de indianos de la zona.
Éste es sólo uno de los diferentes museos y centros de interpretación del concejo, que es rico en cultura y patrimonio. En Rozadas está el Centro de Interpretación de la Artesanía del Hierro, de gran arraigo en la zona, y en Las Mazas se puede visitar la Casa de la Apicultura, donde desvelan los secretos de un trabajo con una importante repercusión económica en el concejo. La miel de Boal tiene renombre, y la Feria de la Miel celebra este año su veintisiete edición.
La entrada general para cualquiera de estos museos es de dos euros, con descuentos para niños, mayores y grupos.
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