El pasado mes de julio, Cabo Blanco fue uno de los escenarios elegidos por Alejandro Sanz para grabar su último videoclip. El cantante español se ha sumado a la creciente lista de admiradores del occidente asturiano que este año también ha sido designado como ‘Mejor destino nacional’ en la XI edición de los Premios Condé Nast Traveler.
“Un lugar maravilloso”, así definió el artista a la costa franquina mientras rodaba en uno de los parajes más espectaculares del litoral. Las inconfundibles rocas blanquecinas que han dado nombre a Cabo Blanco son el contraste perfecto al horizonte azul que determina el Cantábrico en esta parte de Asturias. La costa tiene en este lugar un acento salvaje con importantes desniveles y acantilados frecuentados por mariscadores en busca de percebes y desde los que a menudo es posible ver barcos de pesca faenando. Es solo una de las caras de esta línea de costa que guarda también bellas playas, ideales para el baño o rincones entrañables como el pueblo pesquero de Viavélez. La localidad natal de la conocida escritora de novela rosa Corín Tellado despierta la admiración de quien lo visita, de ahí que los lectores del diario El País lo hayan incluido este año entre los diez pueblos más bonitos de Asturias.
Esta pequeña aldea de la parroquia de Valdepares despliega un importante atractivo turístico y atesora en su historia un importante pasado ballenero, especialmente relevante durante el siglo XVII. En la actualidad, desde el mirador conocido como La Atalaya ya no es habitual el avistamiento de cetáceos pero en días despejados sigue ofreciendo vistas espectaculares.
Y aunque la rasa litoral es el mayor atractivo del concejo, no es el único, solo hay que acercarse hasta algunos enclaves del interior para comprobarlo, como por ejemplo, Boimouro o las Covas de Andía. Estas últimas, catalogadas como Monumento Natural se encuentran a ocho kilómetros de La Caridad, capital del concejo y principal centro de servicios.
El río mazo da nombre a una atractiva senda, apta tanto para caminantes como para ciclistas
La existencia de este singular paraje se debe a una antigua explotación aurífera de época romana ubicada en un valle de roca caliza del que ahora se ha adueñado una exuberante vegetación, creando un bosque tan mágico como misterioso. Las minas activas durante los siglos I y II d.C. continúan mostrando grandes socavones, algunos con nombre propio como el Forno del Mosqueiro o la cueva de Grayas. Y durante el itinerario de aproximadamente dos kilómetros la naturaleza se erige en protagonista de tal forma que el caminante parece hallarse en un mundo diferente, más propio de seres mitológicos.
El lugar de Boimouro, hoy reconvertido en espacio para el turismo rural en la parroquia de Prendonés, es conocido porque antaño fue una herrería perteneciente al Coto del Marqués de Villar. El equipamiento también disponía de un molino de maquila en funcionamiento años más tarde y accionado por las aguas del río Mazo. Este enclave situado junto a un bosque de castaños es uno de los atractivos principales de la senda del río Mazo, una ruta apta tanto para caminantes como para ciclistas.
El año 2019 ha sido generoso en reconocimientos para el ala occidental de Asturias, que ha visto como la prestigiosa revista de viajes Traveler lo consideraba ‘Mejor destino nacional del año’. El director general de Comercio y Turismo del Principado, Julio González Zapico, manifestaba al recoger el Premio Condé Nast Traveler que “esta parte del Principado es sin duda un paraíso dentro del Paraíso”. Y esto es lo que se percibe al viajar al concejo de El Franco, un territorio dotado de buenas comunicaciones gracias a la Autovía del Cantábrico, con un patrimonio natural sorprendente por su extraordinaria belleza y con una identidad propia ligada tanto al mar como a la tierra. Un lugar en el que extrañamente el viajero todavía puede sentirse como un aventurero, un descubridor de tesoros naturales en un espacio que aún permanece ajeno a un turismo masificado.