Muchos vecinos de El Franco recuerdan perfectamente la labor que realizó en su día el colectivo Muyeres Esqueicidas. Fueron pioneras en el Occidente en su labor reivindicativa de apoyo a la mujer. Casi veinte años más tarde, vuelven a retomar una actividad que es muy bien recibida entre la población local.
El pasado mes de marzo, el Consejo de la Mujer de El Franco realizó un homenaje a Carmen González Álvarez, la mujer que durante varios años estuvo al frente del grupo Muyeres Esqueicidas. Se reconoció así su labor en defensa de los derechos de las mujeres en el medio rural, “el homenaje fue muy bonito, aunque en realidad debería ser a todo el colectivo ya que se premió mi trabajo como presidenta de la Asociación”, añade la que preside de nuevo la organización que volvió a ver la luz en diciembre en el municipio franquino.
El nuevo colectivo tiene por delante mucho trabajo ya que como comenta González “han cambiado muchas cosas, como por ejemplo, las comunicaciones que han mejorado enormemente, pero respecto a la mujer queda mucho por hacer, seguimos estando ‘esqueicidas’”. El término en ‘fala’ con el que denominan al colectivo levantó ampollas en el año 1991, cuando en el occidente de Asturias apenas había asociaciones de mujeres. “El nombre hizo mucha mella porque ‘esqueicidas’ significa olvidadas y desde diferentes sectores les gustaba darnos caña, pero nosotras lo habíamos elegido con sentimiento de causa porque realmente estabamos olvidadas”.
En su primera etapa, este grupo con sede en El Franco -pero al cual también pertenecían mujeres de otros concejos asturianos-, fue un revulsivo por la ingente actividad que mantenía. Programaban charlas, cursos, algunos de larga duración que sirvieron de catapulta laboral para muchas mujeres, organizaban viajes y superando muchas adversidades crearon su propia emisora de radio cultural, Radio Esquéi, en el año 1995. “Nos apoyábamos las unas a las otras. Aquí en el concejo primero hubo un gobierno independiente y luego uno popular y no era tanto que les pareciera mal lo que hacíamos, sino que más bien había temor a que les superáramos y consiguiéramos cosas que ellos no habían logrado, y por eso nos pusieron trabas, pero tampoco nos quedamos quietas”.
La Asociación programaba charlas, cursos, organizaban viajes… y superando muchas adversidades crearon su propia emisora de radio cultural, Radio Esquéi, en el año 1995
Entre los cursos más recordados se encuentran los encaminados a la formación laboral como el de Turismo, con profesores de cultura general, inglés y francés; el curso de geriatría o el de cultivo en invernaderos, gracias a los cuales algunas alumnas pudieron empezar a trabajar. También el de patronaje y confección que como explica Carmen “duró varios meses y se realizó en diferentes pueblos del concejo”.
Fue sonado el homenaje realizado por la agrupación a la escritora Corín Tellado, oriunda de Viavélez, que congregó en La Caridad a multitud de personas, así como la charla coloquio en la que participaron mujeres políticas como Aida Fuentes, Cristina Almeida, Matilde Fernández o Cuca Marcos Vallaure.
Con el listón muy alto por todo lo realizado anteriormente, la Agrupación vuelve a ponerse en marcha. “Todo el mundo nos decía que era una pena que se hubiera acabado, por eso pensamos que merece la pena volver a intentarlo. Haremos cosas en función de la necesidad del pueblo”.
El próximo viernes 11 de octubre, realizarán la presentación oficial del proyecto en el salón de actos del Ayuntamiento.
Entre sus primeros proyectos, y con el apoyo de la Consejería de la Mujer, tienen previsto realizar una segunda edición del libro La Tradición gastronómica del Concejo de El Franco publicado en diciembre de 1993. “Ya tenemos el material recopilado para lo cual hablamos con mujeres mayores del concejo que nos fueron dando las recetas que preparaban en sus casas, ahora hay que editarlo. Esperamos que para navidades pueda salir a la venta”. El libro fue una de las apuestas más destacadas del colectivo que de esta forma hacía un reconocimiento a las mujeres del concejo. Muchas horas de conversación y charla en las cocinas franquinas hay detrás del primer trabajo, del que las socias guardan muy buenos recuerdos y seguro que la nueva obra volverá a dejar un buen sabor de boca.
En el horizonte ya apuntan otras iniciativas, como podría ser la recuperación de una bolera que permita a las mujeres iniciarse en este deporte o talleres de costura en los que confluyan distintas generaciones.