En su casa estaban “hartos” de que rompiera bicicletas, así que le compraron una moto para ver si le duraba algo más. Y sí, duró. El primer año que se presentó ganó el Campeonato de Asturias de Motocross y, tras hacerlo de nuevo en 2009, ahora este morciniego busca su hueco en la clasificación nacional. / Fotos cedidas por Aitor Alvarez
Aitor Alvarez cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Morcín y de todos sus vecinos, que celebran cada triunfo de este joven de Castandiello como algo propio.
-¿Qué planes tienes para este año?
-Hacer podio en el Campeonato de España e ir a pruebas internacionales. Que me salga bien o no depende sobre todo del dinero, porque ahora mismo en España no hay nadie que despunte demasiado. Depende mucho de cómo y cuánto entrenes, y de la mecánica que lleves. Yo llevo desde el 2000 corriendo el Campeonato de España y son todo pruebas: Sevilla, Barcelona, Valencia… Si tienes buenos sponsors te puedes permitir ir a todas, pero si un año no los tienes, te tienes que repartir y hacer dos o tres.
-¿Con qué tipo de ayudas cuenta el motocross?
-Ahora con el tema de ‘Asturias, Paraíso Natural’ se está apoyando bastante este tema, la verdad es que es la mayor ayuda que tuve, y más o menos con eso pude tirar todo el año. Pero hasta ahora no hubo nada, algunos años llegaba abril, y al no tener presupuesto no podía hacer todo el campeonato, así que iba a dos carreras, y además compitiendo con la moto del año pasado.
“Los sponsors son muy importantes, porque el resultado en competición depende de cómo y cuánto entrenes, y de la mecánica que lleves”
-¿Cómo compaginas los entrenamientos con tu vida diaria?
-Estoy estudiando un módulo superior de diseño y desarrollo de proyectos mecánicos. En cuanto a los entrenamientos, ahora en invierno suelo ir al gimnasio o a correr, y en cuanto empieza el buen tiempo, voy intercalando días de entrenamiento en el circuito. Todo esto me lo organiza Fernando Azurmendi, con el que llevo muchos años.
-¿Con qué moto corres normalmente?
-Con una Suzuki de 250 a cuatro tiempos. Tengo una moto para entrenar y otra para las carreras. La primera es un modelo de serie que cualquiera puede comprar en una tienda; la de correr tiene piezas especiales en el motor, tubo de escape, frenos… Es como comparar un coche de calle con uno de rally. A mí me costó un poco acostumbrarme a ella porque todo es más rápido, las reacciones, las inercias, las aceleraciones y las frenadas. Pero, después de tener una moto que no da ese rendimiento, a lo bueno se acostumbra uno pronto.
Pinche aquí para ver más reportajes de Morcín