Este colectivo lucha desde hace años para conseguir la reapertura del embalse de Los Alfilorios para la pesca, así como un permiso para poder llevar a cabo la limpieza del entorno ahora lleno de maleza. Quieren poner su granito de arena para recuperar este espacio natural para disfrute de todos.
No están solos. Son más de ochenta socios y cuentan con el apoyo de los ayuntamientos de Riosa y Morcín así como de los vecinos de estos dos concejos, para llevar a cabo sus reivindicaciones. La primera, recuperar este espacio para la práctica de la pesca. «Toda la vida se pescó, nadie sabe porqué un buen día lo vedaron. Nadie nos da explicaciones. Primero nos pusieron la excusa de la calidad del agua. Cosa que queda descartada por la depuradora de última generación que hay. Luego la orografía, que era peligrosa. Más peligroso es Cabo Peñas y se está pescando. También hablaron de contaminación, cuando existen formas de pesca sin plomo. Son disculpas tontas que no se mantienen en pie. Creemos que se trata de un tema de voluntad política porque no supone ningun perjuicio para las aguas del embalse», comenta Misael Rodríguez, vicepresidente de la asociación.
Además de reivindicaciones, el colectivo tiene un ambicioso proyecto pionero en la región, que quiere presentar a la administración. «Abrir un coto de pesca tradicional controlado para evitar la masificación, con un límite de cañas cada día para disfrutar en plan actividad de ocio. Esto en un espacio de cincuenta y dos hectáreas no perjudicaría para nada el medio ambiente. Proponemos adaptar algunos accesos para que personas con discapacidad puedan disfrutar también de la pesca. Esto no existe en ningún lugar de Asturias, por tanto sería una iniciativa pionera», apunta Misael.
Segunda reivindicación, la limpieza del entorno. Estos siete kilómetros de perímetro que tiene el embalse se encuentran en estos momentos en un estado lamentable de abandono, denuncia la asociación. «No se puede caminar por los alrededores por eso hemos propuesto a la Confederación realizar sextaferias con voluntarios como estamos haciendo en los ríos de Riosa y Morcín, por lo menos para que la gente pueda caminar, pero no nos lo permiten. Ni lo hacen ellos ni lo dejan hacer y esto es una lástima porque una simple limpieza atraería a visitantes a la zona», comenta el vicepresidente de la asociación.
Con energías renovadas, la asociación sigue en lucha por recuperar este espacio para disfrute de todos. Ante las negativas, ellos aportan propuestas.