El Club Baloncesto Navia se ha convertido en todo un referente deportivo en el Principado. Sus dieciséis años de andadura han quedado recogidos en un libro que acaba de ver la luz, La madurez de un adolescente por Nacho Blanco, presidente del Club durante catorce años y actual directivo de la entidad.
-¿Qué podemos encontrar en este libro?
-Recoge los momentos en los que se creó el Club en 1997, las dificultades que vivimos para sacarlo adelante, y su crecimiento a partir de aquel primer grupo senior. Llama mucho la atención la recuperación de datos y las estadísticas, puede verse el trabajo que hay detrás de cada página. A la gente que lo ha leído, le gusta.
-¿Por qué recoger esta historia en un texto?
-Disponía de mucha documentación recogida a lo largo de todos estos años y tenía muchas ideas en la cabeza que no quería que se perdieran. Así que decidí fundir ambas cosas y reflejarlo en un libro, una edición modesta que pudiera llegar a los amantes no sólo del baloncesto sino de cualquier otro deporte.
-¿Con cuántos equipos cuenta en estos momentos el Club Baloncesto Navia?
-Con once en distintas categorías: dos de la liga Baby (una categoría nueva), dos benjamines, dos alevines, dos infantiles, dos cadetes, uno junior masculino y el equipo senior.
«La clave del éxito está en la cantera, pero eso hay que trabajarlo». Nacho Blanco, presidente del Club
-¿Qué resultados están obteniendo?
-La pasada temporada llegamos a cinco fases finales del campeonato de Asturias. Y este año quedamos campeones de Asturias junior. Los alevines fueron terceros en la comunidad.
-¿Qué nivel de participación e implicación tiene Navia con el baloncesto?
-En un pueblo tan pequeño como éste es todo un éxito. La gente se implica cada vez más y aumenta el número de socios -unos ciento cincuenta-, así como el apoyo de empresas y firmas comerciales que se vuelcan con nosotros.
-¿Es difícil para un equipo modesto como éste enfrentarse a otros con una trayectoria deportiva más definida?
-Tiene sus pros y sus contras. A nivel deportivo, en una ciudad hay muchas más opciones para elegir entre los aspirantes que se presentan. Pero en cambio el nivel de implicación en un pueblo es mayor: tenemos más ventajas tanto a nivel social, porque la afición se identifica con los jugadores, como a nivel económico.
-¿Cuál es la clave del éxito del Club Baloncesto Navia?
-Sin duda la cantera, pero para eso hay que trabajarla. Aquí no pasa como en el fútbol, que abres un club y los niños se apuntan solos. Tienes que ir a buscarlos al colegio, seducirlos, aportar lo mejor que tienes dentro para despertarles y conseguir una buena materia prima. El trabajo de los entrenadores y del coordinador deportivo para ir subiendo poco a poco el nivel de cada equipo es básico. Tal es así que empezamos con 50 niños y ahora estamos en la élite del baloncesto asturiano.
-¿Cuáles son las mayores dificultades a las que se enfrentan?
-La falta de instalaciones. Navia tiene un polideportivo municipal que ha de ser compartido con el instituto, así que sólo está libre por las tardes. Y también lo usan más clubes como el de gimnasia rítmica, fútbol sala, natación… Al tener que entrenar a once equipos y trabajar con márgenes tan estrechos, nos hemos tenido que trasladar al polideportivo de Jarrio, que pertenece al ayuntamiento de Coaña, para completar los entrenamientos.
-¿Orgulloso del trabajo realizado?
-Al Club le ha costado mucho llegar hasta aquí, ahora lo difícil es mantenerse. Hemos conseguido ser un referente en la gestión de la cantera, incluso hemos ido por delante de algunos clubes con solera. Creo que debemos seguir en la misma línea, con mucha humildad y mejorando cada día.