El inicio de la programación del Descenso a Nado de la Ría de Navia, el próximo día cuatro de agosto, marca también el comienzo de un nuevo reinado. Para la reina de esta prueba, Ana Peláez y sus damas de honor, Lucía Obeso y Sara Sánchez empieza una experiencia inolvidable.
Cuando a Ana Peláez le informaron que sería la reina en la próxima edición de la prueba de natación pensó que era una broma. «Me lo dijeron el día de los Santos Inocentes y me sorprendió porque hay mucha gente que podría serlo». La ovetense conoce muy bien la fiesta de la natación pues su familia es de Navia y ella cada año acude puntualmente a la cita como voluntaria. El año pasado su labor consistió en apuntar el orden de llegada y los tiempos cubiertos por los nadadores, «llevo siendo voluntaria desde que tenía once años, pero esta será otra manera de disfrutarlo y me permitirá conocer a más gente. Lo que esta vez no podré hacer será recibir a mi madre cuando llegue a la meta, como hago habitualmente». La madre de Ana es también una incondicional del Descenso y todos los años se echa a las frías aguas del Navia, a disfrutar con la prueba.
A la actual reina del Descenso también le gusta la natación pero prefiere la modalidad de natación sincronizada, deporte que practica. De momento no se plantea nadar en el Descenso y prefiere vivir la cita pie a tierra «si un día me animase lo haría en la prueba corta».
Por lo pronto tiene por delante un calendario señalado con cuatro fechas muy especiales en las que se requerirá de su presencia: el 4 de agosto, con la lectura del pregón, el día 6, con la prueba del Descenso a Nado por la Ría, el día 15 con motivo de las fiestas de la patrona de Navia, la Virgen de La Barca, y al día siguiente, para acompañar a San Roque.
La historia de la dama de honor, Lucía Obeso, y el Descenso tiene también un sello particular. A pesar de haber nacido en China, Lucía es una española de Miranda de Ebro muy apegada a la tierra naviega, a la que viaja con frecuencia en cuanto tiene ocasión. «Llevo yendo desde que tenía pocos meses y suelo pasar las vacaciones de verano, Semana Santa y navidades en Navia». Su madre es de Boal y vivió varios años en Navia. Actualmente es su abuelo quien sigue en la villa, un hombre que disfrutará enormemente viendo a su nieta ejercer como dama de honor.
Para Lucía este será un Descenso muy especial, y no puede ocultar su alegría. «Me hace muchísima ilusión, desde que era muy pequeña me llamaban asturiana y me sentaban en la carroza de la reina. Verme yo ahora como dama de honor va a ser un poco surrealista».
Sabe que tiene por delante días de mucho trabajo y está deseando que llegue el momento. «Es una oportunidad para vivir el Descenso de una forma diferente, de una forma más cercana porque iré a bordo de la lancha. Es una gran oportunidad».
La joven de dieciséis años ha regresado de estudiar un año en EEUU y comenzará segundo de bachiller el próximo curso. «Después, me gustaría estudiar una carrera en inglés y dedicarme a relaciones internacionales, marketing, publicidad o comunicación, algo en esta línea que es lo que más me gusta».
En casa de Sara Sánchez el ajetreo del Descenso llegó para quedarse mucho antes del mes de agosto. Su madre, junto con las familias de las otras chicas, está preparando la carroza en la que desfilarán por las calles de Navia. «Mi madre es una persona muy artística y desde el momento en que dije que sí a ser dama de honor ya se puso a pensar en cómo hacer la carroza. También tenemos que preparar el salón donde tendrá lugar el pregón y el vals, y confeccionar un photocall, así que hay mucho que hacer». Sara terminó este año el segundo curso de bachiller en la escuela de Arte y el próximo empezará la carrera de Bellas Artes y Diseño.
A la joven naviega también le hace mucha ilusión ser dama de honor tras ser elegida por la reina, que además es su prima. No dudó en contestarle afirmativamente y sabe que la experiencia quedará en su memoria de por vida.
Al igual que Ana, Sara lleva varios años ejerciendo de voluntaria en el Descenso, realizando diversas funciones. «En algunas ocasiones vendía lotería, vigilaba el campamento y a veces iba en la lancha controlando a los nadadores y comprobando sus números. Son detalles, pero la suma de las pequeñas cosas que hacen todos los voluntarios luego se convierte en algo grande y permite que se pueda hacer el Descenso».
60 Descenso a Nado de la Ría de Navia
La cita deportiva más internacional de Navia cumple sesenta años de vida, sesenta años de trabajo y esfuerzo pero también de mucha diversión y sonrisas. Como en todo evento que camina con fuerza hacia el futuro, es importante no perder de vista sus orígenes y a quienes lo hicieron posible.
Fotos cedidas por Asoc. Amigos de la Ría de Navia y Merce (Hotel Mercedes)
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