Envejecer de una manera activa, aportar experiencia y actuar como parte vital del relevo generacional son algunos de los objetivos que persigue la Asociación de Mayores y Pensionistas ‘La Ribera’.
Sus 183 socios, todos ellos censados en el municipio, participan en los diferentes talleres que se programan anualmente: Pilates, costura, talleres de memoria, de risoterapia, excursiones de alto contenido cultural… Pero una de las actividades que más eco están teniendo es la organización de conciertos a través de un convenio firmado entre el Conservatorio Superior de Música Eduardo Martínez Torner de Oviedo y el Ayuntamiento Ribera de Arriba. «El año pasado organizamos tres conciertos -comenta Andrés Rodríguez, Presidente de la Asociación-. Vinieron tanto alumnos como profesores del Aula de Metales, de Percusión y de Viento. Este año daremos cuatro, el último de ellos con el Gran Coro del Conservatorio y será en la Iglesia Parroquial de Soto Ribera».
Prueba de que esta idea tiene una gran aceptación entre los vecinos del concejo es la participación. Al primer concierto acudieron unas cuarenta y dos personas, al segundo sesenta y cinco y, este año, han partido de sesenta y dos. Pero si de algo se sienten especialmente orgullosos es de la asistencia de niños a estos conciertos. «Estos encuentros ya no solo son importantes por el intercambio generacional que se produce -recalca Andrés-, sino también porque los niños ven de cerca instrumentos que alguna vez ven en la televisión. No se tocó solo música clásica porque, por ejemplo, el concierto de metales trae obras de lo que se conoce como música experimental, que está dentro del área de música del Conservatorio».
Lo que más preocupa a esta Asociación, representada en el Consejo Autonómico de Mayores y en el Consejo Estatal de Mayores, es que los mayores envejezcan de manera activa, más si hablamos de un concejo en el que gran parte de su población es de edad avanzada y muchos de ellos viven solos. Poner a su alcance actividades a través de las cuales salgan de casa, se relacionen con otras personas y participen de actividades de diferentes tipos, es una forma de poner freno a muchas de las enfermedades a las que se enfrentan hoy en día nuestros mayores. Tal y como Andrés reconoce, «si conseguimos que un hombre del concejo se vista para venir a un concierto, si una mujer se pinta y se peina para venir o si cualquier persona sale y participa en alguna de nuestras comidas o excursiones, estamos haciendo que envejezcan más lentamente y estamos comiéndole terreno a la demencia senil o al Alzheimer. Y esto no lo inventamos nosotros, está reconocido por la UNESCO. Además el envejecimiento activo es uno de los planteamientos base del IMSERSO. No queremos que las personas mayores se sientan aisladas».
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