Mención aparte merece esta sencilla ruta ideal para hacer en familia o como complemento del Camino, ya que el trazado discurre casi en su totalidad por el Camino Primitivo para tomar luego una pequeña desviación (250 metros) que nos lleva hasta la Cascada de Nonaya.
El recorrido se inicia en la plaza de la Campa en Salas. Donde termina el empedrado de la calle se encuentra el panel de inicio de la ruta: seis kilómetros -ida y vuelta-, dificultad baja y una duración aproximada una hora y media. Se toma la desviación de la derecha y pronto abandonamos el trazado de asfalto para seguir por un camino de tierra. A solo unos metros empezamos a escuchar el rumor del río Nonaya que será nuestro fiel compañero durante el recorrido. Llegamos a la Fuente de Paín donde podemos llenar nuestra cantimplora, pasamos delante de los cargaderos de una antigua mina de caolín, hoy abandonada y por el primer puente de piedra, el de Borra.
El rumor del río Nonaya será un fiel compañero durante el recorrido
El camino prosigue entre un bosque de fresnos, avellanos, alisios; la pista está perfectamente señalizada con conchas y flechas pintadas, así que no hay pérdida. Continuamos caminando y llegamos a otro puente de más envergadura, el Puente del Carcabón.
Un poquito antes, sale una pista a la derecha entre árboles donde se puede ver un poste indicativo (SL-AS 22). Siguiendo la señalización comenzamos a bajar suavemente por debajo del puente, y pronto escucharemos el sonido del agua cayendo desde lo alto y golpeando las piedras: hemos llegado a la Cascada de Nonaya.