Siero crece sin cesar. El cuarto concejo en población de Asturias tiene de todo: importantes áreas industriales, villas bulliciosas con todo tipo de servicios, pequeñas aldeas rurales, una ganadería que es punta de lanza en la región e incluso una extensa red de caminos que permite conocer el concejo a peatones y ciclistas. Un conjunto diverso, que siempre suma y nunca resta.
Un suelo llano y ubicado en el centro de Asturias, son las dos características que marcan el desarrollo del concejo sierense y que muchos municipios asturianos desearían para sí. Gracias a esta combinación el municipio tiene -aún en tiempo de crisis- buenas expectativas para el futuro. En sus 211,23 km2
viven más de 52.000 personas, la mayoría ocupando los principales núcleos de población: Pola de Siero, Lugones, La Fresneda, El Berrón…
La capital del concejo, Pola de Siero, es conocida por ser una importante localidad de servicios, con un activo entramado comercial y cultural. La villa tiene fama de ser un buen lugar para disfrutar del tiempo libre, con una gran tradición sidrera, y recientemente ha incrementado su oferta lúdica con la construcción de un ambicioso auditorio. La Pola, como también se la denomina coloquialmente, es conocida también por sus festejos, como los Huevos Pintos o el Carmín, y en estas fechas la Fiesta de les Comadres, una tradición que abre el periodo antroxero.
La localidad de Lugones también es un gran gigante en lo referido a servicios y hostelería. De hecho, con 12.874 habitantes, es un núcleo que ha superado en población a Pola de Siero y que se beneficia de su vecindad con la capital del Principado, Oviedo. Y aunque la crisis económica ha ralentizado su expansión, sigue siendo un núcleo atractivo para nuevos residentes.
Localidades como Valdesoto son conocidas por su tradición festiva y folclórica.
La Fresneda y El Berrón son también núcleos de población importantes. La Fresneda, a diferencia de El Berrón, es una localidad de nueva manufactura. Su historia empezó a forjarse a finales de los años setenta, pasando de considerarse un núcleo exclusivamente residencial a tener ya una identidad propia, en buena medida gracias al trabajo de la Plataforma Vecinal de La Fresneda. El Berrón, separado de Pola de Siero en 3 kilómetros, mantiene una importante actividad industrial y su historia permanece muy ligada a la trayectoria del ferrocarril de vía estrecha ya que aquí se encuentra el cruce de los Ferrocarriles económicos de Asturias y de Langreo. Como dato anecdótico, los vecinos de El Berrón pudieron disfrutar el pasado mes de septiembre de una joya ferroviaria, la antigua locomotora VA8, de 1958, que fue presentada en la localidad tras una larga restauración y que será utilizada como tren turístico. La localidad también ha crecido en población en los últimos años, su situación estratégica en pleno centro del corazón industrial de Asturias y los buenos accesos de que dispone le han permitido continuar creciendo.
Otras localidades como Valdesoto, son conocidas por su tradición festiva y folclórica. El fuerte espíritu vecinal permite que se estén recuperando costumbres antiguas como las mascaradas de invierno, los Sidros y Les Comedies, una fiesta cuyo origen se remonta al siglo XIX. La reciente edición de 2012 tuvo como protagonista la comedia satírica que escenificó la Asociación El Cencerru y que como su nombre indica -“La política ye una comedia”- reflejaba en clave de humor la difícil situación política que vive el concejo sierense.
A las grandes y medianas localidades hay que sumar otros núcleos de población, algunos tan sumamente pequeños que apenas albergan a uno o dos habitantes. Así que, a pesar de su gran trayectoria industrial, el concejo de Siero sigue manteniendo enclaves de gran ruralidad, que a su vez permiten continuar con una de las actividades más tradicionales del concejo: la ganadería.