¿Quién nos iba a decir que llegaríamos a soplar una tarta con 200 velas?
Desde luego, cuando este proyecto comenzó a tomar forma en el año 1994, ninguno de los que nos embarcamos en la aventura habría asegurado que, 17 años después, aquí seguiríamos.
En aquel momento, los más optimistas nos animaron a enfrentar cada nuevo número como un reto, como una conquista, animándonos a continuar en el trabajo diario y constante con la tenacidad de la hormiga. Y así, ir sumando. Otros nos advirtieron de las complejidades del mundo editorial y las dificultades para mantenerse a flote. Y alguno hubo que vaticinó, con toda seguridad, que nuestra idea no llegaría a dar una sola vuelta al calendario.
El caso es que, doscientos números más tarde, aquí estamos. Tenemos una publicación importante en el panorama asturiano que con los años ha ido ganando en calidad; tenemos una empresa sólida que a día de hoy, puede enorgullecerse de sobrevivir a la galerna con que la crisis castiga al mundo editorial; tenemos un modo de trabajo con nuestro sello particular, que nos ha hecho ganar el respeto de clientes y colaboradores; tenemos decenas de amigos en esta tierra nuestra; y además tenemos nuevos proyectos para el futuro. ¿Qué más se puede pedir?
En 1994 comenzamos a trabajar en la idea de que hacía falta una publicación que se ocupase de Asturias desde un punto de vista diferente, prestando atención principalmente a los aspectos sociales de la región. Así, empezaron a desfilar por nuestras primeras páginas deportistas, asociaciones juveniles, gente del mundo de la literatura, la radio, el teatro, la música. Enseguida nos pusimos a trabajar en reportajes que abarcasen distintos aspectos sobre el desarrollo de todas las zonas de la región, oriente y occidente, mar y montaña. El apartado turístico fue poco a poco ganado peso. Los concejos asturianos han ido ocupando nuestras portadas y se ha profundizado en sus líneas de desarrollo. Para nosotros, supone una satisfacción mirar hacia atrás y comprobar que hemos acompañado durante más de una década el crecimiento de decenas de iniciativas que hoy ya ofrecen resultados. Porque todo eso ha sido y es la construcción de Asturias.
Paralelamente, la galería de personajes de distintos sectores que han ido pasando por estas páginas es amplísima y muy variada. A algunos de ellos los hemos ido acompañando en su evolución personal y hemos sido testigos de su aportación a nuestra comunidad.
Con los años y el trabajo, la idea de Fusión Asturias se ha ido enriqueciendo. Hace unos años decidimos cubrir más campos. La importancia que fue adquiriendo el sector turístico en las dos últimas décadas creció en paralelo a la diversificación empresarial e industrial. Por eso, era necesario brindar un espacio al desarrollo de las áreas empresariales y los polígonos industriales que han ido ganando protagonismo en la actualidad de Asturias. Las asociaciones formadas por empresarios de nuestra comunidad, las iniciativas, el empuje, el espíritu emprendedor, la imaginación puesta al servicio de la creación de empresas, así como los problemas y las mejoras necesarias en las áreas industriales, son temas que tienen un espacio mensual en Fusión Asturias, porque consideramos que constituyen un motor fundamental para la economía de esta comunidad, y que como tal debe ser atendido de forma rigurosa y con amplitud de miras.
Continuando con nuestra línea de crecimiento, hace un tiempo decidimos incluir en nuestros contenidos un apartado dedicado especialmente a la situación de la Investigación, Desarrollo e innovación, según sus siglas I+D+i. En un momento en el que se debate sobre la necesidad de un cambio de modelo productivo en Asturias, la investigación puesta al servicio de la empresa, la colaboración entre Universidad e industria, el conocimiento aplicado a las mejoras en gestión y en producción, la expansión de las nuevas tecnologías, son temas fundamentales que profesionales de distintos campos analizan en nuestras páginas, desgranando sus claves y la posibilidad de futuro que representan para Asturias.
Desde el principio nos hemos ceñido a una máxima: la del respeto por la palabra. Somos conscientes de la responsabilidad que supone manejar un medio de comunicación, más desde que el desarrollo de las tecnologías de la información han hecho posible que lo escrito llegue sin tiempo a cualquier lugar del mundo. Por eso entendemos que el periodismo debe ser sobre todo honesto y el mayor esfuerzo debe ponerse en reflejar con fidelidad el relato de cada uno de nuestros entrevistados, su opinión, su visión. Si nos conceden un tiempo, entendemos que debemos corresponder siendo veraces. Para Fusión Asturias es una fundamental cuestión de respeto por el trabajo propio y ajeno. Gracias a eso, podemos decir que muchos que en su día fueron “entrevistados” hoy son colegas y amigos, y trabajando con seriedad nos hemos ganado un lugar, el nuestro, en el abanico de medios asturianos.
Y así, con un bagaje amplio de experiencias y aprendizaje, hemos llegado hasta 2011. Sacar a la calle nuestra portada número 200 es importante para nosotros y por eso hemos querido compartirlo con todos. Mirando atrás hemos visto páginas cargadas de recuerdos, de sensaciones, de muchas horas de trabajo. Este pequeño ejercicio evocador nos ha servido para darnos la dimensión de lo que hoy somos y del camino que hemos recorrido. Y nos refuerza para continuar adelante.
En el número anterior, especial Navidad, quisimos dedicar nuestra portada y nuestro editorial a la confianza en el futuro, porque para Fusión Asturias ésa es precisamente una de las pautas a la hora de trazar nuestros pasos hacia delante. Y lo quisimos compartir con todos precisamente en este momento porque somos conscientes de que vivimos una situación económica complicada y de que es muy posible que sobrevengan el desánimo y el cansancio. Para nosotros es un hecho que los llamados “milagros” existen, y que llegan de la mano del trabajo bien hecho y de la constancia, de la unidad y la imaginación. Y como confiamos en ello, en el futuro, pedimos a los asturianos y a todos en general que miren hacia delante. No podemos decir qué es lo que nos vendrá, pero sí está en nuestra mano afrontarlo como parte de nuestra particular aventura, como una etapa más en un viaje que, sea como sea, siempre nos llevará un poco más allá.
Gracias a todos.
Continuemos.