Hay muchas ganas de salir, de pasarlo bien y eso puede provocar, advierten las autoridades, una falta de precaución, excesos y cometer infracciones al volante, lo que pondría en peligro no solo nuestras vidas sino también las de los demás. Este ansia viva, como diría el humorista José Mota, de salir, de pasárselo bien, nos puede pasar una factura y gorda si se hace sin control. Es absurdo habernos dejado la piel durante meses, aplicando las medidas sanitarias necesarias para evitar los contagios y lo echemos todo a perder solo porque sea verano.
Llegan a Asturias los primeros jóvenes contagiados en el macrobrote de Mallorca. Aunque no se han facilitado muchos datos, se ha conocido que son estudiantes de un instituto de Gijón que organizaron el viaje a la isla de forma particular sin que el centro tuviera que ver nada en ello. Es más, cuando conocieron la iniciativa, los responsables educativos se lo desaconsejaron por el riesgo que eso entrañaba. Además de profesores, ¿no hay padres detrás de estos menores? ¿Alguien que ponga un poco de cabeza? El propio consejero de Salud, Pablo Fernández, lo decía en unas declaraciones: “no podemos prohibir los viajes, pero hacemos un llamamiento de responsabilidad a jóvenes y familias”. ¿Dónde estaban? No nos engañemos, este resultado entraba dentro de lo previsible y no será porque no hubiesen ido con la lección aprendida después de más de un año de pandemia. Pero la responsabilidad y el sentido común son cosas que no se aprenden ni se despiertan si uno no quiere. Afortunadamente los jóvenes irresponsables y descerebrados que se saltan a la torera los consejos y recomendaciones sanitarias son una minoría. Pero aun así su capacidad como transmisores es grande como estamos comprobando. Un problema que en ningún caso es individual, sino que pasa a ser colectivo.
Se acaba de reiniciar la primera operación salida de un verano muy especial condicionado por un largo invierno de confinamientos y restricciones del que poco a poco vamos saliendo gracias a las medidas adoptadas y sobre todo a la vacunación de la población. Más del 40% de asturianos ya está inmunizado y el 63,7% ha recibido la primera dosis.
Tráfico prevé 1,5 millones de desplazamientos en Asturias a lo largo de estos meses estivales. En este mes de julio se calculan 650.000 y 860.000 en agosto. Cifras que según la jefatura provincial de Tráfico recupera los niveles registrados en 2019.
Asturias ha reforzado su imagen de destino seguro. El elevado número de reservas en casas, pisos, establecimientos rurales y hoteleros, generan buenas expectativas de la afluencia de visitantes a la región. Por otro lado, son muchos los asturianos que han decidido este año no salir del Principado y pasar sus vacaciones descubriendo rincones de nuestro paraíso natural.
Sumado a las vacaciones, también se prevén desplazamientos cortos en busca de actividades de ocio además de viajes de reencuentro con familiares y amigos que siempre suelen ir acompañados de la típica comida y alguna que otra copa para celebrarlo. Eso añadido a que llevamos meses sin ponernos al volante puede generar un cóctel peligroso por eso la DGT ha lanzado una campaña de concienciación bajo el lema: “No estropees este verano que tanto nos merecemos”, un eslogan muy acertado para la ocasión.
Con las tasas de transmisión tan elevadas que tenemos en estos momentos y la movilidad que va a tener lugar en estos meses, van a contribuir a la propagación del brote. El Covid-19 es transmisible y por tanto es un problema colectivo. Pedir prudencia está bien, pero las autoridades insisten: el protocolo de la pandemia no está derogado, habrá restricciones si hace falta. En definitiva, tendremos el verano que nos merezcamos.