Cuando fue elegida como secretaria general de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos de Asturias, hace ahora poco más de cuatro años, Mercedes Cruzado fue la primera mujer en dirigir una asociación agraria en toda España. A partir de ese día alguna más se ha sumado a la escueta lista, y valora el hecho como un signo de cambio; pero como en otros sectores, en éste sigue siendo predominante la presencia masculina.
-¿Cómo valoró en su día el hecho de ser la primera mujer al frente de una organización de este sector?
-Pues creo que fue algo normal, ya que en este momento al menos la mitad -quizá ya sean más- de las explotaciones ganaderas asturianas tienen al frente una mujer. Por eso me parece que lo lógico es que en un momento determinado sea una mujer la que asuma esta responsabilidad.
-¿Cuáles son los problemas específicos de la mujer que vive y trabaja en zonas rurales?
-Básicamente, que no disponemos de los mismos servicios que hay en las ciudades. Hablamos de guarderías, de centros de día para mayores… Pero la carencia más importante, y lo que hace que muchas mujeres no se decidan a casarse y establecerse en el medio rural son las deficiencias en sanidad y enseñanza.
-¿Por qué es un hándicap especialmente para las mujeres?
-Porque frena a muchas chicas a la hora de formar una familia en el medio rural, el hecho de pensar que un día se van a poner de parto, que el hospital está lejos, que si luego el bebé se pone malo no tienen cerca un pediatra. Por otra parte, los centros educativos sólo en el mejor de los casos tienen educación secundaria. Lo normal es que tus hijos puedan hacer la primaria y luego tengas que verlos marchar de casa muy pequeñitos, a una escuela-hogar, y no los ves en toda la semana. Esto nos ha pasado a muchas.
Todo eso, por mucho que a una mujer le guste la ganadería o vivir en el medio rural, cuando llega el momento de establecerse la echa atrás. Y no me extraña.
«Lo que hace que muchas mujeres no se decidan a casarse y establecerse en el medio rural son las deficiencias en sanidad y enseñanza»
-La disposición de las mujeres a establecerse en el medio rural ¿sería una baza importante de cara a frenar la temida despoblación?
-Las mujeres son fundamentales en el medio rural. Sin ellas no hay futuro en el campo. En muchos pueblos es precisamente la ausencia de mujeres la que hace que vayan a menos y acaben quedando abandonados. Lógicamente, donde hay una familia que se establece, nacen niños, se genera actividad y puede haber un futuro.
-¿Está aumentando el número de mujeres con la titularidad de las explotaciones? ¿A qué es debido?
-En muchos casos responde a que la edad media de los ganaderos hombres es más avanzada que la de las mujeres, y lo habitual es que cuando el marido se jubila la titularidad pasa a la mujer. En otros casos sucede por ejemplo que la mujer es hija de ganaderos, que quizá ha estado fuera trabajando o estudiando, pero como sus padres tienen una ganadería ella decide incorporarse a este sector.
-La incorporación de jóvenes ¿está cambiando el sector?
-Sí, por supuesto. Entre la gente joven que se suma la formación es cada vez mayor. Son profesionales con estudios académicos de grado medio o superior. Hay que tener en cuenta que, aunque pueda parecer que este trabajo lo puede desempeñar todo el mundo, hace falta mucha formación. Tenemos que tener conocimientos de veterinaria, de nutrición, de genética; también de economía, para poder invertir correctamente y hacer que nuestras explotaciones sean rentables. Además los jóvenes tienen unas habilidades en nuevas tecnologías mayores que las de sus padres y eso les abre muchas posibilidades, tienen acceso a otra información y pueden encontrar maneras distintas de hacer las cosas, que no necesariamente han de coincidir con la manera en que se hizo toda la vida. Eso es bueno para el futuro del sector.