Llevan muchos años recorriendo la geografía de Asturias, tiempo más que suficiente para comprobar el precario estado en el que se encuentran algunos de los recursos construidos con dinero público: sendas, museos, aulas de interpretación… Preocupados por la situación actual, un grupo de ciudadanos se constituye como Asociación y propone alternativas que impliquen creación de empleo y la puesta en valor de recursos ya existentes.
La historia en sus orígenes es similar a la de otras muchas asociaciones: un grupo de amigos que se reúne para hacer lo que más les gusta, en este caso rutas por el monte asturiano. Lo siguiente viene por añadidura, cuando comprueban en cada salida cómo se han abandonado gran parte de las sendas y los caminos tradicionales, y encuentran gran cantidad de equipamientos cerrados o poco aprovechados.
«Ante este panorama pensamos dejar de ser conformistas y hacer algo», explica Manuel López, presidente de la Asociación. «Teníamos claro que la verdadera crisis era de valores, y que las alternativas que planteásemos deberían ser solidarias con las personas, no con los provocadores de la crisis». Constituyeron Sendas de Asturias con una doble finalidad: por un lado, promover el uso y conservación de las sendas y caminos tradicionales que transcurren por Asturias, resaltando los valores naturales, económicos y culturales que comportan. Por otro, potenciar el aprovechamiento de equipamientos ya existentes, ligándolos a nuevas oportunidades de empleo.
El colectivo aúna a cerca de 130 personas y lleva a cabo actividades muy diferentes, como organizar salidas para recorrer y conocer sendas, realizar labores de limpieza, o colaborar en actividades de otros colectivos para la conservación y adecentamiento de estos espacios, como las sextaferias.
Con su trabajo, la Asociación denuncia el estado de abandono en el que se encuentran muchos equipamientos financiados con dinero público.
La parte más llamativa de su trabajo es la de reclamar la atención de las instituciones públicas, por eso es fácil ver a miembros del colectivo con su habitual pancarta reivindicativa: «Aquí se gastaron X euros. ¿Y ahora qué? Una consigna similar, por ejemplo, la mostraron el pasado mes de de enero para llamar la atención sobre la mina de Arnao, un equipamiento que todavía permanece cerrado al público.
«Nuestra intención -resume Manuel- es mediar ante las instituciones públicas y privadas, de forma que podamos impulsar actuaciones conjuntas. Se trata de buscar puntos de encuentro entre las personas, las diferentes administraciones, asociaciones de hosteleros, empresas de ocio y tiempo libre o de cualquier otro tipo, que tengan intereses en la zona y que estén dispuestos a colaborar en la gestión y utilización de estos espacios». La Asociación ya ha contactado con muchos de los ayuntamientos asturianos, y se encuentra en la fase de explicar su proyecto a los diferentes partidos políticos del gobierno asturiano. «Tenemos diseñado un ambicioso plan de actuación, que no queremos dar a conocer sin antes hablar con todos los partidos. Nuestro colectivo no tiene ninguna connotación política y así vamos a continuar. Lo que nos interesa es ayudar a crear trabajo y ocupación, a través de iniciativas novedosas que tampoco requieran de grandes inversiones».
La Asociación, que tiene su sede en Oviedo, se financia con las cuotas y aportaciones de los socios y colaboradores y desarrolla su actividad sin ánimo de lucro.
www.sendasdeasturias.com