Barreiros (Lugo). Agosto en la Mariña lucense

Extensos arenales, bosques mágicos, fiestas populares de gran arraigo y colorido son algunas de las razones que conducen al visitante a tierras de Barreiros, en la Mariña lucense. Sobre todo, en verano, cuando el calor invita a disfrutar de sus playas y de la gastronomía gallega, siempre rica y generosa.

Agosto y septiembre son dos meses excepcionales para visitar la comarca de A Mariña, la geografía lucense que conjuga a la perfección un litoral plagado de playas y pueblos marineros con verdes valles y montes, con enclaves de interior donde disfrutar de un retiro tranquilo en plena naturaleza.
El concello de Barreiros, uno de los dieciséis ayuntamientos que conforman esta comarca, es un buen ejemplo de la variedad que ofrece la provincia gallega, aunque llegadas estas fechas buena parte del turismo viene atraído principalmente por la belleza de sus playas. Lógico, cuando el concello ofrece una franja costera de ocho kilómetros con playas de fina arena que se extienden desde la desembocadura del río Masma hasta la playa de As Catedráis, en el vecino concello de Ribadeo.

Las banderas azules que ondean en muchos de los arenales del concello son la confirmación de la limpieza y las buenas condiciones del litoral.

Las banderas azules que ondean en muchos de estos arenales son la confirmación de la limpieza y las buenas condiciones del litoral, que además del baño se convierte en ocasiones en escenario de fiestas populares y competiciones que animan el verano. Barreiros ostenta la alta cifra de siete de estos preciados distintivos en las playas de Arealonga, A Pasada, Lóngara, Remior, San Bartolo, Fontela-Valea y la urbana Altar. Algunas en particular, como Lóngara y Fontela-Valea en Benquerencia, se convierten en las elegidas por los amantes del surf para disfrutar de las olas. El concello, en época estival, llega a triplicar su población, ya que durante los últimos años ha aumentado el número de turistas que han elegido esta zona para fijar su segunda residencia. De esta forma, está ganando presencia un sector que complementa las bases de la economía local, que es además ganadera y agricultora, sin olvidar una parte dedicada al marisqueo.

Tiempo de fiestas

Agosto regala a vecinos y visitantes momentos inolvidables, como el que tiene lugar en San Miguel de Reinante el día 3 de agosto. Entonces el concello, fiel a sus raíces, homenajea a los emigrantes con un Festival Folclórico en su honor, como testimonio de la profunda huella que han dejado en esta tierra y que se evidencia en las abundantes casonas y palacios de indianos que jalonan el territorio. El Festival, que está declarado de Interés Turístico en Galicia, cumple este año su 32 edición, y tiene lugar en el campo de fútbol de As Valgas.
Pero hay otras citas de interés, en otras localidades. En San Xusto de Cabarcos la Fiesta es en honor a San Justo y San Pastor, los días 6 y 7 de agosto; mientras que en Celeiro de Mariñaos, los días 16 y 17 es San Caetano el protagonista de una animada romería. Además el día 17 la celebración tiene un marcado carácter gastronómico, gracias a un suculento festival de la tortilla.
Aunque si hay que hablar de jornadas que causen expectación hay que mencionar la tradicional costumbre de El Desafío, que enfrenta a los vecinos de Barreiros y a los de Foz, y que está enmarcado en las fiestas de San Bartolo, el día 24 de agosto. Entonces, 13 fornidos vecinos de cada lugar compiten en tiro de cuerda, para ganar el tesoro de la Cornería, la réplica de un flamante diamante azul. El que acerca la barca que se halla en medio es el ganador de la prueba, que lejos de fomentar rivalidad sirve para afianzar lazos entre diferentes concellos. La Fiesta de San Bartolo incluye además otros atractivos como la tradicional sardiñada, las actuaciones folclóricas, la procesión del santo, etc.

San Esteban «do Ermo», una ruta de leyenda
El concello de Barreiros tiene en las cercanías de San Cosme una de las rutas más atractivas de la zona. Partiendo de esta localidad y en un recorrido circular de unos 6,5 kilómetros es posible disfrutar unos parajes espectaculares que incluyen un bosque de árboles autóctonos, una ermita dedicada al santo y una bella cascada. El lugar, uno de los bosques mejor conservados del norte lucense tiene en la Irmandade de Santo Estevo uno de sus mejores aliados. Este colectivo de la zona se constituyó el pasado año con la intención de velar por el patrimonio cultural, natural e histórico de este lugar, poniendo en marcha varias iniciativas, como la publicación de un libro.
El lugar es además el elegido por la Irmandade para llevar a cabo en el mes de junio una de las fiestas más mágicas: el Festival Histórico de Augas Santas que incluye entre otras cosas, una boda por el rito celta. El evento es todo un viaje al pasado, en el que no faltan las aves de cetrería, o algo tan típico y ancestral como la queimada.