Paula Cristóbal, María Vázquez, Carmen Trevías, María Gavieiro, Natalia Nuño y Tatiana Fernández son las componentes de Herbamora, un grupo de pandereteras no convencional que nació en 2003. Sus canciones a varias voces renuevan el panorama musical asturiano.
Tres años después de la formación original, se suman al grupo una serie de músicos que además se hacen cargo de los arreglos de las canciones, y en 2007 publican su primer disco, ¡Sali, l.luna!, con la discográfica L’Aguañaz. Con el tema Nosh ganan el Premio al Meyor Cantar en Llingua Asturiana.
-¿Cómo definirías vuestra música?
-Es música con raíz tradicional. La mayor parte de los temas son cantares tradicionales de pandereta, pero intentando salir de los cánones de la música tradicional o folk. En definitiva, la música que hacemos es bastante ecléctica.
-Mezcláis lo tradicional con funk o rock, ¿qué público os sigue?
-De todas las edades. Es fácil encontrar en un concierto de Herbamora a gente mayor mezclada con adolescentes. Y es que nuestra música no está destinada a ningún tipo de público concreto.
“Nuestros temas son cantares tradicionales de pandereta, que intentan salir de los cánones de la música tradicional o folk”
-¿Cómo os conocisteis y comenzasteis a actuar juntas, puesto que procedéis de diferentes puntos de Asturias?
-Todas comenzamos a tocar la pandereta en grupos de baile tradicional asturiano. Los grupos a los que pertenecíamos colaboraban entre ellos, y así nos fuimos conociendo. Al ser las pandereteras de cada grupo, unas a otras nos enseñábamos toques, cantares, compartíamos inquietudes, con lo que, poco a poco, fue gestándose la idea de crear un grupo que se materializó en lo que hoy es Herbamora.
-¿Qué tradición tiene la pandereta en Asturias?
-Las pandereteras tienen un papel fundamental en la música tradicional asturiana. Es importante recordar que en cada pueblo solía haber, por lo menos, dos mujeres que tocaban la pandereta y, por lo tanto, se encargaban de conducir el baile cuando se juntaba la gente del pueblo todas las semanas. Sin embargo, no siempre había gaiteros, tamboriteros u otros instrumentos, que nada más solían venir el día de la fiesta, por lo que tenemos una gran tradición de pandereteras y un repertorio amplísimo en todo el territorio que culturalmente pertenece a Asturies, aunque siempre se haya dado más importancia, quizás, a otros instrumentos como la gaita.
“Tenemos una gran tradición de pandereteras y un amplio repertorio en todo el territorio que culturalmente pertenece a Asturies”
-¿Sigue la tradición de las pandereteras en Asturias o se fomenta más el aprendizaje de otros instrumentos tradicionales?
-Hasta hace unos años sí que podríamos decir que se fomentaba más el aprendizaje de otros instrumentos tradicionales, pero en los últimos años vemos que se le está dando importancia a la pandereta, lo cual nos encanta. Así se está creando una cantera muy buena de pandereteras y también pandereteros.
-No empleáis el traje tradicional en las actuaciones, ¿qué deseáis transmitir al público?
-Hace ya muchos años que existen grupos folk en los que el gaitero o el tamboritero nunca van vestidos con el traje tradicional. Reinterpretamos música tradicional pero, precisamente, pretendemos que sea música actual. Creemos que la música tradicional de pandereta no tiene por qué ser algo que pertenezca al pasado. Además, también nos gustaría desterrar estereotipos de este tipo: para tocar la pandereta encima de un escenario no hace falta llevar saya ni pañuelo en la cabeza.