Esta noche se han abierto las puertas, del país de nunca jamás
y de su morada, se ha escapado una estrella, siendo su estela fugaz.
Se ha subido a lo más alto del cielo y allí, se ha decidido a parar.
Al detener su vuelo, lo ha hecho, como lo hace un águila real,
gritando con fuerza su nombre, para que todos lo puedan escuchar.
Y ante el silencio de sus hermanas… se ha puesto a brillar.
Con la fuerza de mil hogueras, su luz ha empezado a irradiar,
inundando todo el espacio, más allá de la eternidad.
Y como una niña con sus amigas, alegre se ha puesto a jugar.
Su risa brota con fuerza, por el espacio sideral,
y ha dejado un camino en el cielo, para quien lo quiera encontrar.
Con su luz se ha borrado al instante, toda mancha de oscuridad,
ya no reinan los falsos dioses, en el Olimpo terrenal,
ya no temo más su ira, ni su tiránica santidad.
Se han curado las heridas, que nos impedían soñar.
Ya hay abierta una ruta, para los que quieran escapar.
Un sendero trazado, hacia otra realidad.
Una puerta violeta, para quien ya sepa amar.
Ya se escucha en el cielo con fuerza, la palabra libertad.