Organizan junto al Ayuntamiento de Boal la Feria de la Miel que se celebra a finales de octubre. Impulsores y guardianes de la apicultura boalesa, son los mayores conocedores de su realidad y sus posibilidades de futuro.
Julio Fernández Rodríguez es el presidente de la Asociación de Apicultores de Boal:
-¿Qué características tiene la miel de Boal?
-Aunque existen varios tipos de abejas, la que vive en esta zona es la apis mellifera. Pero el tipo de miel de cada lugar no se debe a las abejas que la producen, sino a la flora del entorno. La miel que se produce en Boal básicamente es miel de brezo, una miel oscura, no demasiado dulce, aunque también hay miel monofloral de las zonas bajas.
-Si alguien quisiera empezar, ¿qué es necesario para acercarse a la apicultura?
-Lo primero es buscar un enjambre e instalar una colmena en algún sitio, empezando poco a poco. Puedes comprarlo o coger un enjambre silvestre. Es algo muy asequible.
-¿En Boal hay profesionales únicamente dedicados a la miel?
-No, aquí en Boal no hay nadie. Todos tienen la miel como algo alternativo, y desarrollan otra profesión o actividad. El número de apicultores desciende, como sucede en todas las actividades agrarias, pero los que quedan tienen más cantidad de colmenas. La apicultura está sufriendo una transformación similar al sector lechero, en el que hay menos explotaciones pero más vacas.
-¿Por qué lo dejan los apicultores?
-Porque el relevo generacional en el sector agrario es prácticamente nulo. La gente envejece y los jóvenes no se incorporan, emigran. A la apicultura puedes trasladar la misma problemática que tiene todo el sector agrario relacionado con el envejecimiento de la población. Últimamente ha habido cursos de apicultura y unas iniciativas para fomentarla. Hay varios jóvenes que parece que quieren empezar, pero la cosa va muy despacio.
-Para que la apicultura creciese, ¿en qué dirección tendría que ir?
-En principio tendría que ser rentable. Y el problema es que la miel se está vendiendo hoy al mismo precio de hace 20 ó 25 años. No podemos competir con mieles de importación que vienen de fuera, porque aquí las colmenas no producen como en Argentina, Uruguay o China. Ellos venden su miel a precios muy bajos y competir en el mercado es imposible.
-¿Tienen en la zona problemas de desaparición de las abejas?
-Sí, eso sucede a nivel mundial. Hoy todos los problemas que hay son globales porque las colmenas se transportan, no como antes, que se mantenían estáticas. En estos años aquí también murieron muchísimas colmenas por el síndrome de despoblamiento. El principal causante es la varroa, un ectoparásito que debilita las colmenas si no se tratan adecuadamente, aunque también se hacen resistentes al tratamiento. Eso va debilitando las colmenas, se introducen otros factores y todos juntos hacen que la colmena se vaya quedando sin abejas, hasta que queda vacía. Se mueren, pero llama mucho la atención porque aparecen las colmenas vacías, no hay abejas muertas. Científicamente todavía no se sabe qué ocurre. Pinche aquí para ver más reportajes de este concejo