En esta edición se cumplen los nueve años de vida de Pita Festa, un Festival de lo más original que se celebra cada año en un gallinero de una aldea boalesa. Nació en 2016 con el objetivo de dinamizar el mundo rural y dar visibilidad a los oficios tradicionales, y los días 27 y 28 de junio viene dispuesto a seguir derrochando arte y creatividad.
La granja ecológica PitaSana, en la aldea de Armal, es el embrión donde se gestó esta propuesta cultural alternativa que ofrece naturaleza además de un entretenimiento que se precia de ser sostenible. En sus inicios, el evento se celebraba en uno de los gallineros de la explotación aprovechando un periodo de vacío, pero tras el cierre de la granja este espacio se reservó para la organización de actos culturales.


Los días 27 y 28 de junio en el concejo de Boal, se celebra el Pita Festa, un festival integrador que visibiliza el rural y crea espíritu de comunidad.
«Tras la edición de 2022 nos constituimos en una asociación con el objetivo de impulsar la vida en la zona rural. A través de la cultura y el arte quisimos crear espacios de convivencia que atrajesen gente al pueblo y pusimos en marcha un coworking, el Acougo de PitaSana, –explica Noelia García, fundadora del Festival junto con su marido Pablo Vélez–. También dejamos el escenario montado y poco a poco estamos construyendo una sala alternativa, por eso lo llamamos el Gallinero Culturero. Este año hicimos la caja negra del teatro».
Pita Festa o Pita Fest, como se le conoció en sus primeras celebraciones, es por sus características una rara avis en el calendario de los festivales, pero ya se ha ganado el corazón del público e intérpretes y se le espera cada año en la agenda cultural del occidente asturiano.

El formato de este certamen mantiene la línea propuesta en 2016, cuando empezaba a dar sus primeros pasos y pretendía celebrar una fiesta rural de ámbito modesto en la que pudiesen disfrutar tanto personas mayores, como jóvenes o familias enteras. El espíritu integrador continúa vigente porque así es como entienden que debe ser la forma de vida en el rural.
«Nosotros no queremos crecer y ser macros –explica la boalesa de Pita Sana–, queremos ser pequeñitos, modestos y que el Festival sea un lugar seguro donde pueda venir gente diversa y no se sienta atropellada. En la primera parte del día y hasta las 7 de la tarde, el ambiente es bastante familiar porque hay muchas actividades para los niños y las familias pueden disfrutar de la jornada sin estar preocupándose por los peques, que tienen su propia actividad paralela. A partir de esa hora, ya empieza a llegar más gente joven».
El formato de este certamen mantiene la línea propuesta en 2016, cuando empezaba a dar sus primeros pasos y pretendía celebrar una fiesta rural de ámbito modesto en la que pudiesen disfrutar tanto personas mayores, como jóvenes o familias enteras.
Tras un año de preparación, se acercan las fechas de este certamen que exhibe músculo rural y pone, cada año, al concejo de Boal en el mapa. Como en sus inicios, la cita contempla actividades variadas como la creación de un mural colectivo, en esta ocasión dirigido por la ilustradora muralista Anartista (Ana Fernández), un taller de forja para todas las edades a cargo del maestro Víctor Aguilar (La Fragua del Oso), un espectáculo teatral en clave de comedia a cargo de Trivilorio Impro que cuenta con la participación del público y actuaciones musicales pensadas para motivar a diferentes franjas de edad.
Sus organizadores, la asociación El Gallinero Culturero, traen para esta ocasión un variado elenco de artistas, algunos llegados del sur de la península, como Karmento que aterriza con su propuesta neofolk Castilla-La Mancha. «Este año decidimos abrirnos un poco más porque normalmente venía gente de Galicia o Asturias –explica Noelia, vecina de Armal–. Además de Karmento, viene también El Naán Trío, un grupo que llega desde los páramos del Cerrato Palentino». El folklore iberoamericano estará presente gracias a La Irreverente, mientras que Clandestías – Pandereteiras del Navia pondrán el ritmo y las raíces del territorio, acompasadas por sus voces. En esta ocasión, el fin de fiesta definitivo estará a cargo de Killaphonía, una DJ de panderetería feminista con la que cerrar el baile.


Un espectáculo teatral en clave de comedia a cargo de Trivilorio Impro o un taller de forja para todas las edades a cargo del maestro Víctor Aguilar (La Fragua del Oso), son algunas de las actividades de la nueva edición del Pista Festa.
Aunque el día clave del Pita Festa será el sábado 28 de junio, el viernes 27 viene con actividades interesantes que irán preparando el ambiente. En esta jornada, el escenario es el Lavadero de la localidad de Boal donde se conocerá el resultado de la residencia artística organizada por la Asociación bajo el lema “Diseñando el tiempo”. «La residencia, que comenzará el miércoles y en la que participarán vecinos de Boal, -explica Noelia- consta de cuatro talleres en los que se hará una investigación sonora e histórica sobre todo lo que ha acontecido en el lavadero y lo que ha significado para la gente del pueblo». El viernes 27, los asistentes podrán conocer las conclusiones de la investigación y disfrutar de un viaje sonoro por la memoria, el agua y el tiempo a través de la actuación músico teatral de Antía Seijas y Ana Pereda. Tras el acto, las calles de Boal se inundarán con el ritmo y las voces de Clandestías, las pandereteiras del Navia.
«Todo lo que se hace el viernes es gratuito, queremos tender puentes con la gente de Boal, de forma que entiendan qué es lo que hacemos en el Pita Festa y por qué lo hacemos», explica la impulsora del Festival. El evento boalés tendrá también una importante repercusión en los medios a través del programa de Radio Nacional, España Rural, que estará presente para recoger los testimonios de emprendedores, artesanos y público asistente al Pita Festa. «Darán visibilidad al pueblo de Boal con una retransmisión en directo el sábado, mientras que lo grabado el viernes se emitirá el domingo», añade la boalesa.