El Cantábrico ha jugueteado con esta costa. De ahí han surgido playas abiertas al mar, ideales para la práctica del surf, y también recogidas donde los amantes de la fina arena pueden darse un chapuzón o un paseo. Surfistas y turistas eligen Caravia para un veraneo diferente.
El carácter ventoso de este tramo de litoral hace de esta una zona adecuada para la práctica del surf. Olas juguetonas, poderosas e imprevisibles sobre lechos de fina arena, alimentan la adrenalina de los valientes jinetes que vienen aquí cada año, decididos a cabalgar las olas. Los experimentados intentarán una vez más piruetas imposibles, otros desaparecerán bajo la ola para resurgir victoriosos entre la espuma y algunos se enfrentarán a su primera vez.
La demanda creciente para practicar este deporte ha llevado a que en dos playas del concejo, -La Espasa y Arenal de Morís-, se hayan instalado sendas escuelas de surf con monitores especializados dispuestos a enseñar, ‘sin límite de edad’, el placer de subirse a una tabla, ‘coger las olas’ e interpretar las condiciones atmosféricas y marítimas para practicar el deporte de la manera más segura.
En este sentido, la playa de La Espasa es idónea para iniciarse y una buena opción en días con algo de mar y vientos del oeste o suroeste, que van a garantizar olas contundentes, normalmente maniobrables y hasta alguna orillera, según los expertos.
También en el marco incomparable de esta playa se celebra cada verano el Festival Motorbeach que reúne a miles de amantes del surf, la cultura de la música en directo, las carreras de motocross y los coches vintage de la época dorada del surf californiano.
Durante cuatro días este arenal se llena de surferos venidos de varios puntos de Europa para acampar en plena naturaleza y disfrutar de las olas, la playa, la buena música y sobre todo mucho surfing. Este evento que el pasado mes de julio cumplió su séptima edición está considerado como el mejor del norte de España de estas características. Una ocasión única para disfrutar de gasolina y salitre rodeados de buen rollo y en pleno contacto con la naturaleza, aseguran sus organizadores.
De los 770 metros de arena dorada que tiene Arenal de Morís, el sector oriental, donde el viento sopla con más fuerza, es el espacio idóneo para la práctica del surf. Aquí se pueden encontrar rompientes para todos los gustos y niveles por lo que es habitual encontrar a grandes y pequeños disfrutando de las olas. Cuenta con excelentes equipamientos y accesos rodados hasta el lecho de arena, así que no hay excusas tanto si se quiere venir a surfear, a contemplar a los surfistas o subir una foto a Instagram, el espectáculo está asegurado.
Y como todos sabemos que el mar da hambre y sed, en Caravia tenemos la suerte de que se come muy bien. Fabes con andariques, pulpo con patatines, fabes con jabalí, tortos con picadillo, emberzau, ricos pescados y mariscos del Cantábrico acompañados de unos culines de sidra ayudarán a reponer las fuerzas al más pintado y le dejarán el cuerpo como un rey.