A cinco kilómetros de La Caridad se encuentra una de las ocho parroquias de El Franco: San Juan de Prendonés. Un lugar que, a diferencia de otros, resiste a la enfermedad más temida en el occidente asturiano: el despoblamiento rural.
Hace tan solo tres años, el fuego que se originó en el occidente de Asturias en pleno mes de diciembre puso en jaque a los franquinos, afectando a muchas parroquias entre ellas la de San Juan de Prendonés. Los vecinos se unieron como una piña para hacer frente a las llamas aunque no fue posible evitar la pérdida de casas y fincas. El incidente en sí puso de manifiesto el espíritu de colaboración que perdura en esta zona. «Cuando se quemó la casa de unos de los vecinos, acudieron todos desde el minuto uno para apagar el fuego; el pueblo también ha ayudado en la reconstrucción», explica Laura Alonso, presidenta de la Asociación de Mujeres As Xanas, el colectivo más representativo de esta zona.
«La parroquia ahora es un buen lugar para vivir, -explica esta vecina del barrio de Sueiro-.
Aquí cada vez se hacen más viviendas nuevas, tenemos la tranquilidad del pueblo y estamos muy cerca de Tapia y de La Caridad. Algunas jóvenes parejas se han instalado recientemente, han formado aquí su familia y volvemos a tener niños en el pueblo».
San Juan de Prendonés se compone a su vez de diferentes barrios: A Rebollada, A Peruyeira, Nenín, Prendonés, Riobón, Piñeira, El Castro, As Casúas, Sueiro, El Lloureda, Barreiras, Carbexe, Zarredo, Arbedeiras…
La construcción que más llama la atención es la Iglesia de San Juan, de gran tamaño y con planta de cruz latina. Alberga retablos barrocos y es parte del antiguo Camino Primitivo, aunque actualmente los peregrinos se desplazan por la N-634. Junto a la iglesia se encuentra una conocida fuente, a cuyas aguas se le atribuyen poderes curativos en la noche de San Juan. «La víspera de la fiesta se hace una procesión a la fuente para bendecir el agua», explica Laura.
Las leyendas también acompañan el curso de las aguas en San Juan de Prendonés, pues se dice que «en la peña de Carrales una Xana salía a peinarse en la víspera de San Juan con un cepillo de oro» cuenta la integrante de la Asociación.
El colectivo de mujeres pasa ahora por uno de sus momentos más bajos debido a una serie de circunstancias personales que afectaron a alguna de sus integrantes, pero Alonso confía en poder renovar el proyecto. «Ahora es un buen momento porque hay nuevas oportunidades para conseguir subvenciones destinadas a temas culturales y talleres. Con el paso de los años, la junta directiva ya se ha hecho mayor, así que estoy buscando gente para impulsar la Asociación».
Gracias al trabajo de As Xanas se han podido realizar arreglos en la Iglesia de San Juan y rehabilitar las antiguas escuelas, acondicionadas ahora como centro social y en las que los vecinos realizan asambleas, cursos, fiestas, cenas-baile… «En su momento, conseguimos varias partidas para rehabilitar edificios catalogados o de interés preferente. Entre todos, pudimos restaurar la planta baja del local. Se eliminaron las divisiones de su estructura original, lo que permite utilizar estas instalaciones para actos sociales, encuentros de hermandad, etc. Ahora nos falta terminar la parte superior de las escuelas en las que se han creado dos apartamentos por si en algún momento pueden necesitarlos alguna familia del pueblo, solo nos falta amueblarlos».
Laura no oculta su orgullo por una tierra que hasta hace poco sustentaba su economía principalmente en la ganadería y que con el paso de los años está perdiendo su carácter rural. «Este es un pueblo muy guapo, aunque ahora ya no ves a la gente a caballo yendo a la hierba, como mucho algún tractor, y ahora se utilizan desbrozadoras y robots para los jardines. Las ganaderías están cerrando porque los jóvenes prefieren estudiar y no quieren quedarse en el campo».
Entre las ideas que busca impulsar Alonso se encuentra la de recuperar una fiesta tradicional en la cual los vecinos se juntaban para disfrutar del lacón con patatas y el arroz con leche. Y espera que vea la luz una iniciativa municipal: «es muy posible que para el próximo año podamos, a través del Ayuntamiento, contar con un dinamizador social que se acerque a las parroquias, entre ellas, la nuestra».
Por el momento, Laura sigue colaborando activamente con el Consistorio en todo aquello que se necesita. Precisamente por esta labor y en el marco del Día de la Mujer, recibió el pasado mes de marzo un homenaje por parte del Consejo de la Mujer de El Franco en el que reconocieron su labor de ayuda en diferentes campos. «En el fondo a todos nos gusta sentirnos queridos pero me sigue dando un poco de vergüenza porque en este municipio hay verdaderas campeonas que merecerían el homenaje. Yo solo hago lo que me gusta que es hacer felices a los demás, y a mí esto me aporta doble felicidad».
Y con el objetivo de contribuir a un mejor conocimiento del pueblo de San Juan de Prendonés, se organizó el concurso infantil de redacción: ¿Cómo ves nuestro concejo? en el que han participado muchos jóvenes autores.
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