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viernes 22, noviembre 2024

Grado. Primera parada del Camino Primitivo

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El Camino Primitivo o Camino Interior recibe cada año miles de peregrinos. El boom de esta ruta y su tradición milenaria han hecho de este recorrido uno de los mejor equipados para disfrute del caminante. En Asturias la primera etapa nace en Oviedo y termina en Grado: parada obligada. El origen de su nombre se debe a que es el primer Camino de Santiago del que se conservan referencias documentadas -de ahí lo de Primitivo-. Un itinerario que hizo famoso el rey Alfonso II el Casto -que tenía su corte en Oviedo- cuando decide en el siglo IX hacer las maletas para ir a visitar la tumba del Apóstol Santiago recientemente descubierta. Este itinerario que hoy reproduce fielmente el Camino Primitivo, brinda al peregrino del siglo XXI una ruta tranquila, sin grandes aglomeraciones y rodeada de paisajes de gran belleza.

Primera etapa

La etapa comienza en Oviedo, tiene una distancia de 25,7 kilómetros de dificultad media y un tiempo estimado de ejecución -sin contar paradas- de unas seis horas y treinta minutos.
Partiendo de la Catedral y siguiendo las indicaciones de las conchas de bronce del suelo se llega a la avenida Príncipe de Asturias para a continuación cruzar las vías del tren y salir de Oviedo. Después de unos cinco kilómetros nos encontraremos con San Lázaro de Paniceres, Llampaxuga, La Bolguina -donde hallaremos un bar restaurante- y la aldea de Fabarín, donde después de cruzar el puente Gallegos abandonamos el concejo de Oviedo y nos adentramos en el de Las Regueras. Un poco más allá nos internamos en el Castañéu del Soldáu, una senda de hermosos castaños por la que iniciamos un descenso para posteriormente subir hasta el Alto del Escamplero (albergue, pensión, bar y tienda). Seguimos por la carretera dejando a un lado Taraniello, Valsera, La Rabaza, Picarín, Premoño hasta llegar a Santa Eulalia de Valduno -termas romanas y un bar tienda-. Continuamos nuestro recorrido por Paladín, Puerma, El Fornu hasta L’Arache. Aquí podemos ver el famoso puente de Peñaflor sobre el río Nalón, (escenario de contiendas durante la Guerra de la Independencia y lugar donde Alfonso VII mandó construir una hospedería). Continuamos por la N-634 y llegamos a la Iglesia de San Juan, de origen románico, puerta de entrada al pueblo de Peñaflor perteneciente al concejo de Grado. Al final del pueblo cruzamos por debajo de la vía férrea e iniciamos un bonito camino a través de fértiles vegas que nos conducen hasta el Museo Etnográfico -a unos 500 metros del pueblo-, donde se puede visitar una importante exposición de la cultura tradicional de la comarca. Salimos a la estación de Feve para desde allí encaminarnos al casco urbano de la Villa por el barrio de Pelayo y el puente de Grado sobre el río Cubia. Hemos llegado a nuestro destino. Ahora es momento de descansar.

Albergues, amigos de viaje

La etapa ha sido de casi veintiséis kilómetros, así que es momento de reponer fuerzas. Grado dispone de tres albergues municipales situados en Cabruñana, San Juan de Villapañada y en la villa de Grado, este último recién inaugurado.
El pasado año fueron 6.409 los peregrinos que decidieron alojarse en estos lugares frente a los 4.840 que lo hicieron el año anterior, «un claro incremento debido a la apertura del nuevo albergue en la Villa», puntualiza Cristina Huerta, concejala de Cultura de Grado. «Contamos con que en 2017, el número de peregrinos siga aumentando».
El albergue de Cabruñana fue inaugurado en 2010 y está ubicado en la planta baja de las antiguas escuelas de Cabruñana. El local permanece abierto todo el año, es de uso exclusivo para peregrinos y tiene capacidad para dieciocho personas. Cuenta con un bar-restaurante cercano.
Para ir al albergue de Villapañada hay que desviarse unos 800 metros del camino principal, detrás de la iglesia al final de la aldea. También es de uso exclusivo de peregrinos y está abierto todo el año. No tiene bar ni tienda pero sí una máquina de autoservicio. «Este albergue ha sido elegido número uno en el ranking de albergues de toda Europa en la Guía Gronze, la segunda guía más utilizada del Camino, cuyo ranking se realiza a través de las valoraciones de los peregrinos», destaca la responsable de cultura moscona. «Desde aquí quiero dar mi más sincera enhorabuena a ‘Domingo’ (Domingo Hugarte), el hospitalero y animarle a que continúe en esa línea de gestión». Aquí todo el mundo habla de él con cariño. Es quien recibe a los peregrinos, les informa, les atiende y «hace que te sientas como en casa, convirtiendo en grande este pequeño refugio», coinciden en señalar los peregrinos en las redes sociales.
A finales de 2016 se inaugura el albergue municipal ‘Villa de Grado’, situado en el centro del pueblo y desde el que se pueden divisar bonitas panorámicas de la villa moscona. Cuenta con dieciséis plazas y está gestionado por la Fraternidad Internacional del Camino de Santiago, hospitaleros voluntarios y peregrinos experimentados venidos de los cinco continentes que son los encargados de asesorar y atender las necesidades de los caminantes y velar por toda la intendencia del lugar. «Se trata de una innovadora forma de gestión, -comenta Cristina Huerta-. Cada quince días vienen dos hospitaleros voluntarios procedentes de países tan dispares como Japón, Holanda, EEUU, Canadá o Portugal, dando así un ambiente internacional tanto al albergue como a nuestra Villa, favoreciendo un enriquecedor intercambio cultural». Se trata de un importante apoyo para los dos albergues ya existentes en el concejo que suelen tener colgado el cartel de completo.

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